jueves, abril 06, 2006

Palabras para una prima

Palabras para Julia,
(José Agustín Goytisolo)

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno,
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.

Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella,
tú veráscomo a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname, no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

No hay nada más que añadir. Sólo una cosa curiosa para reflexionar. Jose Agustín Goytisolo decidió terminar con su vida un buen día y nos dejó a todos con la duda del poeta cangrejo. El que quiera entender que entienda, pero tu primita, animate joe!

un abrazo del Cacheche compadre

miércoles, abril 05, 2006

Genial. Gracias




Recibió un mensaje: "Genial. Gracias". Al cabo de unos segundos, llegó otro: "muchas gracias. Está genial". El tercer mensaje era una noticia. El cuarto era personal. Los siguientes, mensajes irrelevantes... No es el caso de hoy.

Cuando alguien contesta "genial" a algo puede deberse a dos cosas: una forma de aplaudir una idea o una propuesta. O una forma de agradecer algo más o menos inmerecido. Cuando ese "algo inmerecido" se debe a un esfuerzo que no suele ser correspondido, lo normal es una alteración facial sutil a la que comunmente llamamos cara de gilipollas.

Hoy he recibido dos. Pero siempre cae alguno cada poco tiempo. Se me ha producido esa alteración facial. Lo sé. he ido al wc y la he visto en el espejo. No era la primera vez. La tenía.

Me la ha mandado esa gente que sabe decir una alabanza y seguir pidiendo sin despeinarse. Conseguir evitar el "venga, te debo una" y cambiarlo por un "good boy".

Cuando era pequeño y estaba estudiando en Irlanda, la señora de mi casa siempre me regalaba un suave y cariñoso "good boy!" cuando cumplía con mis obligaciones o colaboraba mínimamente en la organización de la casa. Ella notaba que me hacía ilusión y yo me esforzaba por esa gratificación. La Sra. O'Kelly era, durante unas semanas, una especie de madre para mi. Una figura de orden, de pertenencia y d equipo.

Con el paso del tiempo, la vida en el trabajo, la competitividad, el egoismo, he dejado de oir ese "good boy!" y he pasado a escuchar ese "Genial. Gracias".

Esta Navidad lei un libro que hablaba del Banco de Favores. Se supone que cuando haces algo a alguien de manera aparentemente desinteresada, queda un poso para un favor futuro. Es un banco virtual multinacional y multicultural. No obstante, hay algunos casos en los que ese favor parece que más que en un banco se lo has dado a un mendigo. Alguien que no genera favores porque no los tiene.

Sin embargo, después de pensarlo, la siguiente vez vuelves a hacerlo.

Si, Cacheche si... perteneces, como muchos al grupo de los que el Banco de Favores les debe mucho, pero no cambiarás. Porque no te va. Porque no sabes. Anda y piensa: ¿cuántos "genial. Gracias" no habrán llegado a otros tantos cacheches?

Date un gusto. Tómate un beefeater con tónica, guíñate un ojo y mándate un "genial. Gracias". Y sigue la onda...