miércoles, abril 05, 2006

Genial. Gracias




Recibió un mensaje: "Genial. Gracias". Al cabo de unos segundos, llegó otro: "muchas gracias. Está genial". El tercer mensaje era una noticia. El cuarto era personal. Los siguientes, mensajes irrelevantes... No es el caso de hoy.

Cuando alguien contesta "genial" a algo puede deberse a dos cosas: una forma de aplaudir una idea o una propuesta. O una forma de agradecer algo más o menos inmerecido. Cuando ese "algo inmerecido" se debe a un esfuerzo que no suele ser correspondido, lo normal es una alteración facial sutil a la que comunmente llamamos cara de gilipollas.

Hoy he recibido dos. Pero siempre cae alguno cada poco tiempo. Se me ha producido esa alteración facial. Lo sé. he ido al wc y la he visto en el espejo. No era la primera vez. La tenía.

Me la ha mandado esa gente que sabe decir una alabanza y seguir pidiendo sin despeinarse. Conseguir evitar el "venga, te debo una" y cambiarlo por un "good boy".

Cuando era pequeño y estaba estudiando en Irlanda, la señora de mi casa siempre me regalaba un suave y cariñoso "good boy!" cuando cumplía con mis obligaciones o colaboraba mínimamente en la organización de la casa. Ella notaba que me hacía ilusión y yo me esforzaba por esa gratificación. La Sra. O'Kelly era, durante unas semanas, una especie de madre para mi. Una figura de orden, de pertenencia y d equipo.

Con el paso del tiempo, la vida en el trabajo, la competitividad, el egoismo, he dejado de oir ese "good boy!" y he pasado a escuchar ese "Genial. Gracias".

Esta Navidad lei un libro que hablaba del Banco de Favores. Se supone que cuando haces algo a alguien de manera aparentemente desinteresada, queda un poso para un favor futuro. Es un banco virtual multinacional y multicultural. No obstante, hay algunos casos en los que ese favor parece que más que en un banco se lo has dado a un mendigo. Alguien que no genera favores porque no los tiene.

Sin embargo, después de pensarlo, la siguiente vez vuelves a hacerlo.

Si, Cacheche si... perteneces, como muchos al grupo de los que el Banco de Favores les debe mucho, pero no cambiarás. Porque no te va. Porque no sabes. Anda y piensa: ¿cuántos "genial. Gracias" no habrán llegado a otros tantos cacheches?

Date un gusto. Tómate un beefeater con tónica, guíñate un ojo y mándate un "genial. Gracias". Y sigue la onda...

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