viernes, julio 13, 2007

London Bridge


Paris bien vale una misa. Londres, un puente.


Una de las cosas que me pasan siempre que vengo a Londres es que me pregunto por qué no vengo más.


Supongo que eso me pasa con muchas cosas en la vida. Con amigos, con determinadas tareas, con el deporte... Por qué me pasa eso, digo yo? Hay algo que te gusta hacer, pero no tiene ese gancho inicial o sencillamente no se te ocurre.


Tenemos una venda en llos ojos que se llama inercia y que nos lleva a hacer siempre lo mismo. Enamorarnos del mismo tipo de persona, aunque no nos convenga, visitar siempre los mismos sitios y no salirnos de la rutina.


Somos animales de circuito que, como coches de scalextric, tenemos la vida marcada. Pues estamos bien. Bienaventurados aquellos que se liberan del peso de la costumbre, porque de ellos es el reino de los cielos.


El otro día recibí un mensaje de un buen amigo. Decía que el paraíso es cualquier situación presente vivida de manera adecuada. Es un concepto budista. Y la verdad, tiene toda la razón.


Recuerdo que cuando hice la mili, mis compañeros de compañía se desesperaban porque me lo pasaba bien. Es conformismo o sacar lo mejor de cada momento. La frase de Gila: "Me han matado un hijo, pero me he reido..." Es un poco exagerada, pero tiene ese toque surrealista, pero muy verdadero profundo como es el surrealismo.


Ahora, estoy aquí en casa de mi amigo Rafa, con su pc, su música y con mi blog. Así da gusto. Este presente lo estoy viviendo de manera adecuada.


Vale que estoy sólo. Que no me gusta. Pero no será para siempre (espero). Y además como dice Soleta: "estoy vivo y no tengo miedo". Además, en Londres. Con amigos. A estas alturas del convenio ¿qué mas puedo pedir?


Un abrazo
Cacheche

1 comentario:

rodrigo dijo...

Pablo, me diste una alegria quedando el sabado. Fue "De puta madre". Espero verte pronto por London. Ya sabes que mi dormitorio no es un hotel, pero si para mis amigos. Prometo esta vez invitarte a unas sausages no vegetarianas :)