lunes, septiembre 17, 2007

Vuelta al cole

Hace más de un mes que no escribo. He utilizado el verano a tope para reponer energía, recordar quién soy y disfrutar de las cosas buenas

La vuelta a la mina es dura, porque nos falta el hábito y aún vive fuerte el recuerdo de una siesta magnífica, de bailar sobre una mesa, de un rato de calma mirando el mar con un gin tonic en la mano, de estar tumbado en la playa completamente ajeno al resto del mundo.

Ahora toca volver, con la frente marchita, de las horas de aire fresco, de sonrisas y de ver el fondo del mar como el habita otro planeta.

¿Buenos propósitos para este año? Lo confieso: ayer fui a correr. No hice demasiado el ridículo porque después de media hora ni siquiera vomité. Despúes me remojé bien la cabeza y me tumbé en la hierba para descansar y tomar el sol. Había dado tantas vueltas a ese parque que me lo merecía.

Llegúe a casa, me duché y me preparé una ensalada. Qué fácil. Me sentía tan bien

Este es uno de los propósitos, pero no el único. De momento, no hay que atosigarse. La colección de dedales de porcelana la haré el año que viene...

Animo con la vuelta. Un abrazo,

Cacheche

No hay comentarios: