lunes, abril 14, 2008

Peonías, cordero y sobrinos

(...) Los consejos del mar de nada te han valido...
Vengo de dar a un tierno sol una puñalada,
de enterrar un pedazo de pan en el olvido,
de echar sobre unos ojos un puñado de nada (...)

Miguel Hernández, tras la muerte de su hijo.

Los humanos tenemos la costumbre de enterrar a los nuestros. A veces entierras algo porque se ha terminado. Supongo que enterramos para volver a empezar. Entierro = Start Again?

Eso te da la vida.

Algo tan sencillo como plantar unas peonías te arregla un lunes (Cacheche también busca su sitio en la jardinería).

Un fin de semana completito:

El viernes salí tarde de currar: conferencia con unos americanos. Como se levantan más tarde, me tocó esperarles (esta noche he recibido una llamada de Estados Unidos a las cuatro y media de la mañana. Eso es lo que se llama "ausencia total de empatía horaria" o, en plan castizo " ser un huevón").

Salí cansado de esta semana perra, pero con la sana intención de desconectar como Ronaldinho cuando sale de marcha.

Viernes de relax. Comida/Merienda, siesta, cena y copas. Qué convencional. Pero qué tranquilo.

Una cosa curiosa: en Terranova, una pareja se daba unos besazos interminables junto a mis amigos. Éso es normal. Lo que no es tan normal es que la chica se dedicase a mirar la tele mientras intercambiaba fluidos con su Romeo. Él, que parecía ajeno al tema, de vez en cuando la pellizcaba los pechos. Supongo que para recordarle que "éste era su partido".

Creo que casi estábamos más atentos nosotros que éramos unos cinco que ellos mismos. De hecho íbamos comentando la jugada. Qué país. Si eso es amor, que me borren. Si eso es sexo, que me borren dos veces.

El sábado mi adorado Merlín puso las lámparas de mi dormitorio. Con Belush y su hija en casa de apoyo. Y el fajas de Nicolás que no sale el jodío. Una risa. Y de ahí a San Esteban. Chuletas de cordero. Luego siesta. Sobrinos y amigos de sobrinos. Eramos pocos y parío la abuela, ya, ya.

Al día siguiente excursión al castillo, bodega y cordero asado. Mi estómago... si pudiese hablar me preguntaría qué me ha hecho a mi el mundo ovino. Pero la verdad es que el cordero es la madre del cordero. Entonces es cordera mayor. Bueno, digamos que el fin de semana podría haber sido patrocinado por norit.

Para lo que como, hasta yo me soprendo de que no sea una vaca suiza. Antes se decía "no sé dónde lo meto" Tengo un flotadorcillo la mar de simpático que tiene más capacidad que una samsonite XXL.

Después de comer, un partido con los sobris. Van mejorando. A Cacheche jr le meten un gol y se cabrea. Se sienta junto a los rosales y pasa de seguir. Hay que sentarse con él y decirle eso de "no me seas maricón y a jugar, que como te pares con un simple gol, no llegas ni a ministro de zp". Pero en su lenguaje, claro.

Lo mejor del finde, sin duda, fue plantar las peonías. Un recinto de menos de un metro cuadrado junto a una tapia baja. Los niños, la madre, la tía, los perros, la bufanda y el sursum corda. Cada uno con un apero de labranza, una idea en la cabeza y ganas de participar. Hasta el cordero quería ayudar. La habitación de los hermanos Marx versión 'Le Roy Merlin'. Suerte que no plantamos a Newtty.

No sé muy bien cómo, pero al final, ahí se quedaron las peonías plantadas. Después les cayeron 5.000 litros en un par de horas. Menudo chaparrón. Ya os contaré qué tal salen (si se da el caso)

Hoy es lunes. Un miserable y estúpido lunes. Lo único que me relaja es pensar en esas peonías allí plantadas.

Un abrazo
Cacheche

PS: Otro manic monday ...que se termina

http://www.youtube.com/watch?v=DQ6zX5cuvxA

1 comentario:

Anónimo dijo...

cada lunes me
levanto pensando en
ser un geranio