miércoles, noviembre 19, 2008

Ayer me hicieron una oferta

"I put all my genius into my life; I put only my talent into my works"
Oscar Wilde

"¿Quieres que el mundo ande mejor?
Repara zapatos."
Proverbio Cachechil

Ayer me hicieron una oferta de empleo. En estos tiempos de crisis, no está mal.

Tenía que hacer una copia de la llave de la casita. Y conseguí salir pronto de Matrix. A las ocho menos cinco estaba en la taller de Javier, el zapatero de mi barrio con las llaves en la mano.

- "Esa marca no es fácil de copiar"

Toma ya. Uno intenta ser ordenado y hacer las cosas bien y resulta que "las marcas no son buenas".

- "Te dejo las llaves una semana y me haces una copia (Y si quieres te vas a pasar un fin de semana con tu mujer y tus niños)."

- "Podemos hacer algo". Se va y se lleva la llave. Hace un par de fotos como si la llave fuera un detenido. Falta una foto en escorzo para la ficha policial completa.

Le digo un truco para hacerla fácilmente y me dice: "Te tenías que venir aquí a currar conmigo".

- "Ya me gustaría. Me toca complicarme la vida. A menudo pienso lo fácil que sería estar en una tienda como una zapatería o una relojería con miles de pequeños trabajos que resolver. Y las grandes satisfacciones que conllevan".

Sin embargo, luego me acuerdo de lo mortal que me resulta la rutina. Y me veo diciéndome: "no hay dos zapatos iguales". "No hay dos relojes iguales". Cada uno tiene su peculiaridad.

Como en un personaje de Saramago me imagino siendo meticuloso poniendo unas suelas. Copiando una llave. Mirando los zapatos de una señora de mediana edad para ver si tiene arreglo el destrozo que le ha hecho el vivir lejos de la parada de bus.

Y me acuerdo de una de mis pelis favoritas "Cadena perpetua". Regentar un pequeño hotel en Ciguatanejo y llevar a los clientes a pescar en un barquito remodelado por mi mismo (con un buen equipo de socorro :-).

Admito que es algo que no estoy seguro de ser capaz de hacer toda la vida. Pero a veces me llama la atención mucho ese tipo de trabajos más enfocados en esas pequeñas cosas. Esos trabajos sencillos porque los hace uno sólo. Que no afectan tanto al PIB. Que no salen en notas de prensa en los periódicos sepia. Pero que dejan un inigualable sabor a nescafé cada día.

En la empresa en la que trabajo ahora, si no sabes trabajar en equipo y no conoces la organización formal (e informal), lo más probable es que te conviertas en un 'bulto sospechoso'. Yo dependo de al menos 3 personas más para poder hacer cosas que lleguen al cliente final. No me quejo. Soy un afortunado, porque tengo mucha flexibilidad y el trabajo me gusta.

Pero siempre tengo un ratito para pensar en Javier y en sus zapatos. En Ciguatanejo. En los artesanos que se entregan a una causa tan noble como hacer que el mundo ande mejor.

De momento le he dicho que no. Pero nunca se sabe.

Un abrazo
Cacheche

PS: Ayer un colega me dijo que no era nada romántico... Toma bachata para las hormiguitas que alguna vez me dieron un beso.
NOTA para pensar: ¿hablo más de amor con tíos que con tías? Ay madre. Es que de las tías nunca se sabe ¿O es que ya no tengo amigas?

http://www.youtube.com/watch?v=eq_O_Q_I6vI

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi dame un hotelito de montaña o un pequeño viñedo en el sur de Francia y lo dejo todo,... Al perro me lo llevo y a la familia que actualicen su perfil en Facebook! Cuídate Cacheche!