Querido Santi,
Muchas felicidades por tus 8 años. No me acuerdo muy bien de cuándo cumplí 8. Pero me suena que era el niño más feliz del mundo.
Como padrino tuyo, me responsabilicé de educarte en los valores cristianos. Y siento que no lo estoy haciendo demasiado bien.
Lo primero porque la primera lección de cualquier maestro que se precie es PRACTICAR CON EL EJEMPLO. Y mi ejemplo deja mucho que desear.
Todavía eres un proyecto de hombre así que aún puedes ir por el camino bueno, que es el que tú elijas con tu conciencia y tu inteligencia (no con abulia y frivolidad).
Me encanta verte cumplir años. En vez de sentirme mayor me siento afortunado de ver como ese mocoso cagón que ví en el hospital se convierte día a día en un tío acojonante.
Hoy mo me siento capaz de darte lecciones de nada (y como tengo la rodilla, ni de fútbol). Espero poder darte algunas buenas a lo largo de este nuevo año.
De momento, estoy encantado de aprender de tí.
Un abrazo
Tío Cacheche
PS: una canción para ti. Muy usada. Pero muy tuya.
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