Víctor Hugo dice que en los ojos del joven arde la llama y en los del viejo brilla la luz.
En los tuyos hay una droga que me impide dejar de mirarlos.
Los ojos de una mujer. Su sonrisa. Ambos vienen directamente de su alma. Ambos explican quién es. Y ambos son fruto de su inteligencia. En el sentido amplio de la palabra.
¿Tienes ojos bonitos? Depende de ti. No es el color ni el tamaño. Es la forma de mirar.
Y, entonces, me dijo mi amigo:
“En sus ojos vi la tristeza de la esperanza perdida. Me convencí a mi mismo de que sería capaz de convertirlos en la llama que habían sido.
Me olvidé completamente de mi pasado. Y así conseguí que olvidara el suyo”.
“Un día se me olvidó mirar a los míos. Cuando lo hice ya no brillaban. No estaban. Ella tampoco. Ahora necesito unas gafas. Y no las encuentro…”
Un abrazo
Cacheche
PS: Enhorabuena a BELUSH. Eres la mejor. Yo tampoco tengo ni idea de qué es la Ley Ómnibus. Pero sé que tu vales mucho, baby.
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