martes, enero 15, 2008

El profeta

Y dijo el profeta:

"Que nadie pierda la cabeza y nadie perderá la cabeza.

Que la religión que reinará en el mundo será la de la amistad verdadera. Y aquellos que hoy se consideran sus apóstoles y sus adalides, mañana serán los cardenales y señores que regirán el mundo. No bajo el yugo del poder sino en el reino de la humildad, la generosidad y la sinceridad.

No os abandonéis, hijos de Dios, bajo la amistad simple. No os hundáis en vosotros mismos. Ni os enterréis en vuestra pareja. Dejáos de juegos. Que la luz de un buen licor y una sonrisa (compartidos) iluminen vuestras almas como el faro ilumina el mar en las noches de tormenta.

Liberáos cuanto podáis de las posesiones materiales. Que lo que en amor se entrega no criará malvas jamás. Que todo lo que déis, lo llevaréis siempre con vosotros. Que las botellas no acumulen polvo en vuestras bodegas. Los vinos ya han envejecido en su barrica. Igual que los amores pasados ya habitaron vuestro corazón.

Que no está escrito que la vida haya de ser breve, mas tampoco que vaya a ser eterna. Y por tanto, no os rindáis a la luz grisácea de la prudencia, ni os dejéis atar por un exceso de sensatez.

Que las cadenas más fuertes son las que no se ven y habitan en vuestra cabeza y en vuestros corazones.

Liberáos de ellas. Rompedlas. Romped también la jaula de cristal del miedo y la comodidad. Que la vida es de los audaces. De los que se entregan. Con las cadenas no podréis avanzar por la senda de la vida. Buscaréis una felicidad que corre más que vosotros. Y no la alcanzaréis jamás.

Pues el camino por el que se construye la misma es a veces sendero angosto y está lleno de distracciones. Que al igual que hacen los animales, el camino percibe el miedo en vuestro interior. La felicidad es el instante presente.

Caminad con la cabeza alta. Sin temor alguno. A pesar de los errores y de las caídas. Más habrá. Igual que hay inviernos y veranos. Los errores están ahí.

Tomad partido de los mismos. Aprended a leerlos y utilizadlos a vuestra merced. Pues ellos construyen vuestra morada de sabiduría.

Y esa es la casa donde vive la felicidad. Y allí es donde querréis estar"

No soy yo quien os habla y os anuncia la llegada del reino sin reyes de la amistad. Soy un súbdito más. El último.

Soy solamente la voz de un simple pastor del campo que es hombre y profeta. Un humilde pastor que en sueños me visitó y reveló ésta como su vida. En el momento en que la muerte vino a visitarle, la recibió con la mejor sonrisa. Con la calma del que madruga. Miró hacia atrás. Hacia ese hogar que fue su vida.

Y vio lo que hizo y vio que era muy bueno

***

Efectivamente, se me va la pinza que da gusto. De hecho, es la primera vez que se me va tantísimo. La 'pole position' de las locuras cachechianas.

Supongo que es un ejercicio literario. Es que estoy leyendo a Angel Zapata y me gusta. De doce de la noche a dos de la mañana, leo y pienso. O me ilusiono pensando que pienso.

En vez de "Sueño y muero" de Chambao, "Leo y pienso" de Cacheche. Y como leo no duermo. Y como no duermo, mi cerebro patina. Y me gusta que patine un poco de vez en cuando. Los glúteos y cuádriceps de mi hipotálamo se ponen en forma con este patinar.

O aprendo a escribir o me vuelvo un Don Quijote de las caballerías de la palabra.

Me encanta poder copiar o -mejor dicho- hacer un homenaje a Gibran, a Thelma y Louise, a Neruda, a Angel González (RIP), a Sabina y a San Mateo. Una vez leí que si copias a muchos no copias a nadie. No es mi caso, aún me queda mucho por leer. De momento a Proust. Pero no creo que lo lea. Puestos a elegir un autor prolífico, creo que Joyce va primero.

Un abrazo
Cacheche

PS: Querida Mari: Ya 'soñé y morí' en su día. Ahora vivo. Pero la canción sigue siendo preciosa. Gracias

http://www.youtube.com/watch?v=B1R6sRsJxtM

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