'El escribir, como la vida misma, es un viaje de descubrimiento'
Henry Miller
Tengo un hermano. Bueno tengo 4. Tres chicas y un chico. Mis hermanas son las tres escorpio. Eso me ha dado paciencia. Me ha hecho entender a las mujeres. Creer que las entendía. Para luego pasar a no entenderlas en absoluto.
Estoy totalmente pasado de rosca en materia de 'comprensión femenina'. Me siento como el personaje de la película "El sargento de hierro". Se supone que con su experiencia debería saber tratarlas mejor, pero el tío es un auténtico capullo. Es como catear mates financieras cuatro veces. Al final sientes que en tu puta vida vas a saber nada del valor temporal del dinero ni nada que se le parezca.
Pero este comentario es para hablar de la fiebre de mi hermano por Proust. Y en general de mi hermano y su nuevo blog. A veces somos iguales. Y otras veces totalmente distintos.
A mi se me atascaron las mates y a mi hermano la econometría (creo que llegó un punto en que su profe era más joven que él. Eso tiene que ser duro. Pero el tío no se acobardó y sacó la econometría como un campeón) Ahora está hecho un hombre de provecho que lee a Proust y escribe genial. Además de trabajar como todo el mundo.
Ha empezado un blog. He puesto un enlace de su blog en la derecha de este como 'blog hermano'. 'Hermano blog' quedaba un poco Obama. Mejor Blogs hermanos ¿no?
Mi hermano es más listo que yo. Escribe mucho mejor que yo. Entiende las películas que yo no entiendo. Qué decir de los anuncios o de las canciones de Silvio. Yo ni me acuerdo de 'With or Without you', y eso que la he oído más de mil veces. El está casado con un encanto. Yo no pude más que cuatro años y pico...
Mi hermano lee más que yo. El se ha leído toda la obra de Proust y a mi se me olvida de quién son las nanas de la cebolla. Se sabe miles de poesías de memoría y yo ni siquiera me sé la canción del Pirata completa. De pequeño él hacía un retrato de los hermanos y se nos reconocía. Yo hacía un dibujo de la familia y alguien decía "cómo le gustan los animales al niño".
Mi hermano tiene más coeficiente intelectual que yo. Me enseñó la trigonometría. A montar en bici. Y a correr delante de Amelia como dos cabrones. Me ha dado los sustos más grandes de mi vida. Jugábamos a llegar a casa y escondernos hasta que llegara el otro. Después de 10 minutos en casa, salía desde detrás de una cortina y me daba unos sustos de coña.
El fue la primera persona (y la única por ahora) que dijo de mi "y parecía tonto cuando le cambiamos por el botijo". A mi me dio un ataque de risa que me ha durado toda la vida. Una vez hizo que una de mis hermanas se riese tanto que se hizo pis en el pasillo. También hizo que otra rompiese una puerta a patadas.
No es que esto sea un panegírico, que lo parece. Es que de vez en cuando viene bien escribir sobre los hermanos para darte cuenta de quiénes son. También que de los dos, yo tengo más suerte. Porque cuando él nació, no tenía un hermano como él. Y yo si.
Que se joda. En algo le tenía que ganar...
Ahora empieza su blog. Es la única persona viva que conozco que se ha leido a Proust. Pues espero aprender mucho. Los 'Reyes' de su casa me han traido un libro muy bueno sobre 'técnicas del relato'. De casta le viene al galgo. Y ora et labora. Y que la inspiración te encuentre trabajando. Aquí estamos.
Un abrazo
Cacheche
miércoles, enero 09, 2008
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