Otro fin de semana completito...
el viernes le dejé sin siesta a San Pedro. Luego me tomé unas cañas con Santa Sol y con su amiga la cañera. Sin duda impresionado por el comentario de O.Var sobre el perfume.
No sabe nadie cuántas veces he pensado que lo importante es la calidad del tiempo frente a la cantidad. En la pareja, en el trabajo y en general. Pertenecer a esa cofradía tan bien definida por Sabina del "santo reproche", es lo que menos me gusta: "no me has llamado", "dónde andas" , "podías venirte antes"...
Sin embargo, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Hay un punto, que por mucho que te sepas la teoría, te puede pasar a ti. Darth Wader, Tamames, Bestrynge, Figo... Toda la vida renegando de ser algo y lo acabas siendo. Le pasa a los que fueron comunistas en la juventud y a los 50 son más reaccionarios de lo que nunca habrían pensado. Los ex-fumadores conversos, los duros son babosos....
El caso es que no está mal recordarlo. El perfume. El buen amor es que el se parece a un perfume. Me encanta.
El sábado de vendimia. Bueno, de miranda. Familia y más familia. Por la noche juerga y más juerga.
El domingo por La latina con una amiga. Nos reíamos de nuestras respectivas vidas: las matemáticas financieras, los chiquipisos, los desamores, etc. Después un buen rato, me dijo: "Si eres tan mimoso ¿por qué no te compras un perrito?".
Me pareció tan gracioso como tierno. Pero no creo. Ya tengo dos: Plan y Newtty o Ñuton, como le llama el loco de mi ahijado. Y el tipo de mimos que me gustan ya me los darán cuando me toque. De momento, salir, respirar, y cuando llegue el perfume ya llegará.
Aún lo llevo. Pero este cada vez huele más raro.
De momento, me quedo sin perrito y con la historia del perfume. Y ya dejo de llorar. La vida no está mal.
La vida está mal cuando no tienes salud, como Sonia. En París, en un hospital, sin plaquetas, con un par de huevos y todo el ánimo del mundo. Quejarse de lo demás es puro vicio.
un abrazo,
Cacheche
el viernes le dejé sin siesta a San Pedro. Luego me tomé unas cañas con Santa Sol y con su amiga la cañera. Sin duda impresionado por el comentario de O.Var sobre el perfume.
No sabe nadie cuántas veces he pensado que lo importante es la calidad del tiempo frente a la cantidad. En la pareja, en el trabajo y en general. Pertenecer a esa cofradía tan bien definida por Sabina del "santo reproche", es lo que menos me gusta: "no me has llamado", "dónde andas" , "podías venirte antes"...
Sin embargo, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Hay un punto, que por mucho que te sepas la teoría, te puede pasar a ti. Darth Wader, Tamames, Bestrynge, Figo... Toda la vida renegando de ser algo y lo acabas siendo. Le pasa a los que fueron comunistas en la juventud y a los 50 son más reaccionarios de lo que nunca habrían pensado. Los ex-fumadores conversos, los duros son babosos....
El caso es que no está mal recordarlo. El perfume. El buen amor es que el se parece a un perfume. Me encanta.
El sábado de vendimia. Bueno, de miranda. Familia y más familia. Por la noche juerga y más juerga.
El domingo por La latina con una amiga. Nos reíamos de nuestras respectivas vidas: las matemáticas financieras, los chiquipisos, los desamores, etc. Después un buen rato, me dijo: "Si eres tan mimoso ¿por qué no te compras un perrito?".
Me pareció tan gracioso como tierno. Pero no creo. Ya tengo dos: Plan y Newtty o Ñuton, como le llama el loco de mi ahijado. Y el tipo de mimos que me gustan ya me los darán cuando me toque. De momento, salir, respirar, y cuando llegue el perfume ya llegará.
Aún lo llevo. Pero este cada vez huele más raro.
De momento, me quedo sin perrito y con la historia del perfume. Y ya dejo de llorar. La vida no está mal.
La vida está mal cuando no tienes salud, como Sonia. En París, en un hospital, sin plaquetas, con un par de huevos y todo el ánimo del mundo. Quejarse de lo demás es puro vicio.
un abrazo,
Cacheche
3 comentarios:
La cañera, la cañera... pues sólo me tomé dos... ¿o fueron más? ¿o es que no recuerdas mi nombre? ¿o no es por eso? ¿dije algo inconveniente?? seguro...
Pues ahí va algo más... Santa Sol ya lo conoce...
CERRAR CICLOS
"Hay que saber cuándo una etapa llega a su fin.
Cuando insistimos en alargarla más de lo necesario, perdemos la alegría y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir. Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, concluir capítulos... no importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron.
¿Me han despedido del trabajo? ¿Ha terminado una relación? ¿Me he ido de casa de mis padres? ¿Me he ido a vivir a otro país? Esa amistad que tanto tiempo cultivé, ¿ha desaparecido sin más?
Puedes pasar mucho tiempo preguntándote por qué ha sucedido algo así. Puedes decirte a ti mismo que no darás un paso más hasta entender por qué motivo esas cosas que eran tan importantes en tu vida se convirtieron de repente en polvo.
Pero una actitud así supondrá un desgaste inmenso para todos: tu país, tu cónyuge, tus amigos, tus hijos, tu hermano; todos ellos estarán cerrando ciclos, pasando página, mirando hacia delante, y todos sufrirán al verte paralizado.
Nadie puede estar al mismo tiempo en el presente y en el pasado, ni siquiera al intentar entender lo sucedido. El pasado no volverá: no podemos ser eternamente niños, adolescentes tardíos, hijos con sentimientos de culpa o de rencor hacia sus padres, amantes que reviven día y noche su relación con una persona que se fue para no volver.
Todo pasa, y lo mejor que podemos hacer es no volver a ello.
Por eso es tan importante (¡por muy doloroso que sea!) destruir recuerdos, cambiar de casa, donar cosas a los orfanatos, vender o dar nuestros libros. Todo en este mundo visible es una manifestación del mundo invisible, de lo que sucede en nuestro corazón. Deshacerse de ciertos recuerdos significa también dejar libre un espacio para que otras cosas ocupen su lugar.
Dejar para siempre. Soltar. Desprenderse. Nadie en esta vida juega con cartas marcadas. Por ello, unas veces ganamos y otras, perdemos. No esperes que te devuelvan lo que has dado, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor. Deja de encender tu televisión emocional y ver siempre el mismo programa, en el que se muestra cómo has sufrido con determinada pérdida: eso no hace sino envenenarte.
Nada hay más peligroso que las rupturas amorosas que no aceptamos, las promesas de empleo que no tienen fecha de inicio, las decisiones siempre pospuestas en espera del “momento ideal”. Antes de comenzar un nuevo capítulo hay que terminar el anterior: repítete a ti mismo que lo pasado no volverá jamás. Recuerda que hubo una época en que podías vivir sin aquello, sin aquella persona, que no hay nada insustituible, que un hábito no es una necesidad. Puede parecer obvio, puede que sea difícil, pero es muy importante.
Cerrar ciclos. No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia, sino porque, sencillamente, aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo.
Deja de ser quien eras, y transfórmate en el que eres"
Ahora sí espero haberme ganado el apodo...
está muy bien. La verdad es que el apodo te lo has ganado...
El texto es muy bueno. Es de Paulo Coelho ¿no? ¿o de O. Var? :-)
de Paulo Coelho, pero seguro que podría haberlo escrito O. Var
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