Último día del año... En San Esteban, al fresquito de la tierra y al calor de la familia. Para despedir el año, un paseo mañanero por el Duero en barca.
Voy a por los remos, aún es temprano. Los sobrinos aún no están revolucionados. La niebla cubre el río y hace que parezca mágico. Hay una luz increíble. No hay sombras pero no está oscuro.
El termómetro marca uno bajo cero. El agua del río está tan fría que parece que va a congelarse. Eso hace que esté mucho más transparente que normalmente. Se ve el fondo... En verano, sobre todo cuando hay tormentas, es como una gran taza de chocolate, pero hoy es un vaso de agua pura. Agua y chocolate... la combinación perfecta para empezar un buen día.
Salgo para pensar un poco en el año que se acaba. Qué me espera el año que viene. Un poco de reflexión de saldo para acabar el año con la cabeza ordenada. Y lo mejor es subido en la barca río arriba.
Remo despacio. No quiero despertar a ningún animal que esté hibernando en el río. Además, los excesos de Navidad y mi pobre forma física, tampoco me dan como para ir ahora de remero del Volga.
En algunas zonas del río se crea una niebla especial. Parece que el agua se evapora. En otras me quedo tonto mirando el fondo y se me olvida remar.
Imagino una familia de peces que me ve pasar y seguramente piensan que qué demonios hago por ahí a esas horas con el frío que hace. El pez padre dice: “Los humanos son todos tontos”. La pez madre les explica que hay algunos humanos a los que nos gusta la soledad de vez en cuando. Y volver al agua: “los humanos son un 70% de agua. Y vienen del agua. Todos los animales de la naturaleza tenemos que darle las gracias al agua. Y los humanos más”.
“Hace miles de millones de años, ese humano que está ahí arriba probablemente sería una esponja, una medusa o una estrella de mar. Después a lo mejor fue un pez manta o similar y después un cangrejo... Así descubriría tierra firme. Habrá sido después durante muchas reencarnaciones algún tipo de reptil, después cualquier mamífero hasta llegar a ser un hombre. O eso parece. Un hombre que duerme poco”
Los peces hijos me miran desde abajo con cara de pez.
“Hay dos tipos de hombres despiertos a estas horas”, Continuaba la pez madre mientras el padre se hacía el loco... “Los que no pueden dormir porque la vida les preocupa y les atormenta y los que salen pronto a disfrutar del día”. “Por la cara de feliz de éste, yo diría que es de los segundos. Pero mirando en lo hondo de sus ojos, creo que también ha estado entre los primeros alguna vez”
Miro hacia abajo y asiento sonriente con la cabeza a la familia de peces. Hoy es el último día de 2007 y salgo a despedirlo como quien despide a un amigo después de una fiesta. Un abrazo, una sonrisa y un “gracias por venir”.
Cada año es nuevo y distinto al anterior. Cuando todos los años me parezcan iguales empezaré a cambiar de vida. Aunque en realidad, ya cambio de vida constantemente. De hecho, eso es lo que hago: cambiar sin parar para que todo siga igual. Como Alicia en el País de las Maravillas.
Este año ha sido el año de descubrir “nuevos viejos amigos”, de descubrir nuevos viejos amores, nuevas ilusiones, hacer cosas y viajes que jamás pensé que haría. Sorpresas, esfuerzos y batallas que tuvieron su recompensa en sí mismas. Miles de historias, canciones y recuerdos que pertenecen a 2007. Lo que me ha traído al final de año como soy.
Los llevo río arriba para guardarlos en algún sitio donde pueda recuperarlos, pero que no me llenen la mochila de 2008 que ya iré llenando poco a poco.
Sigo remando. Hace rato que no veo el embarcadero. Ahora veo un pato que ha madrugado más que yo. Me mira con cara de mosqueo. Ayer un amigo le pegó un perdigonazo a un primo suyo. No es que le afecte mucho. Los patos también tienen sus movidas familiares. El caso es que yo no llevo escopeta ni nada que se le parezca. “Tranqui, tron”.
Yo a mis remos. Con calma, con ritmo, disfrutando del silencio del río. Después de un rato empiezo a notar el esfuerzo en las manos. No es frío, es que no distingo muy bien dónde acaba la madera del remo y donde empiezan mis ampollas.
El problema de remar en el río es que siempre hay una curva que quieres ver. Sobre todo en un día tan bonito. Todos los árboles blancos sobre el río, las orillas llenas de escarcha. Y siempre te parece que cada vez es más bonito.
Decido que no está bien que me pille el cambio de año remando como un tolili y doy la vuelta. Por muchos cabos de hornos que haya pasado, ya es hora de volver.
Vuelvo con la corriente a mi favor. Igual que siento que acabo el año. La vuelta a casa... voy pensando en qué es la vida en 2007: ni una fiesta ni un funeral. Es como bajar río abajo tranquilo. Con las pasiones vivas, pero no demasiado vivas. Con hondura de pensamiento, pero con ligereza de sentimiento. Con la mochila gastada del viaje. Usada, bonita y auténtica. Única.
Mañana estreno mochila. Dentro sigue habiendo un Cacheche blandi blue, con un poco más de costra en el corazón, con el parachoques un poco abollado, algo de melancolía, pero también nuevas ilusiones, el motor a punto y, sobre todo, mucho espacio para lo que busque (y encuentre) este año. Aún hay mucho espacio para mis deseos.
Ya llego al embarcadero... Para el año que viene espero seguir igual. Con el mismo espíritu. Habiendo aprendido algo más. Teniendo un poco más de experiencia de la vida. Es un buen deseo: tener nuevas experiencias sin perder la ilusión. La ilusión de seguir llenando el vaso de Cacheche con Cacheche. Poquito a poco. Y llenar también el tuyo y el nuestro con lo que eres y con lo que somos.
Un abrazo,
Cacheche
PS: Alguien dijo alguna vez que la juventud no es una cuestión de edad sino de estado de ánimo. Sigo siendo joven. Ojalá pueda decir lo mismo en 2008 (y escribirlo).
lunes, diciembre 31, 2007
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2 comentarios:
Hola Cacheche.
Te veo cada día más suelto con la escritura. Sabes que tengo una deuda pendiente que espero saldar este año nuevo, y es una visita al pueblo que lleva ese bendito nombre cuyo santo se celebra el 26 de diciembre, lugar de tu refugio favorito, y escenario principal, una vez más, de las andanzas que describes en este último post del año 2007. Ya conozco la habilidad que tienes para describir estados de ánimo, es uno de tus fuertes, pero has escrito tan bien tu paseo en barco, que casi he pensado al final de la lectura que había estado a tu lado mientras remabas...Bueno, para que no te lo creas mucho te diré que seguro que Freud relacionaría los remos, con Sitges, y te diría que a ti lo que te pasa es que te cabe un barco...En cualquier caso, me ofrezco como tu "agente" literario.
Nos vemos pronto.
En relación a la toma de decisión basada en Pájaro o Gusano...
propongo la siguiente, ¿Sirena o Ballena?
y plagio un texto que recibí y que es digno de la defensa de una buena ballena.
" Hace unos días, en una ciudad de Francia, un cartel, con una joven espectacular, en el escaparate de un gimnasio, decía:
'ESTE VERANO ¿QUIERES SER SIRENA O BALLENA?'
Dicen que una mujer joven-madura, cuyas características físicas no han trascendido, respondió a la pregunta publicitaria en estos términos:
Estimados Srs :
Las ballenas están siempre rodeadas de amigos (delfines, leones marinos, humanos curiosos). Tienen una vida sexual muy activa, se embarazan y tienen ballenitas de lo más tiernas a las que amamantan. Se lo pasan bomba con los delfines poniéndose moradas de camarones. Juegan y nadan surcando los mares, conociendo lugares tan maravillosos como La Patagonia, el mar de Barens o los arrecifes de Coral de la Polinesia. Las ballenas cantan muy bien y hasta graban CD's. Son impresionantes y casi no tienen más depredador que los humanos. Son queridas, defendidas y admiradas por casi todo el mundo.
Las sirenas no existen. Y si existieran harían colas en las consultas de los psicoanalistas argentinos porque tendrían un grave problema de personalidad '¿mujer o pescado?' No tienen vida sexual porque matan a los hombres que se acercan a ellas, además por donde?. Así que tampoco tienen hijos. Son bonitas, es verdad, pero solitarias y tristes. Además ¿quien querría acercarse a una chica que huele a pescadería?.
Yo lo tengo claro, quiero ser ballena.
PD : En esta época en que los medios de comunicación nos meten en la cabeza la idea de que solo las flacas son bellas, prefiero disfrutar de un helado con mis hijos, de una buena cena con un hombre que me haga vibrar, de un café con pastas con mis amigos. Con el tiempo ganamos peso porque al acumular tanta información en la cabeza, cuando ya no hay más sitio, se reparte por el resto del cuerpo, así que no estamos gordas, somos tremendamente cultas. Desde hoy cuando me vea el culo en el espejo pensaré, madre mía, lo lista que soy......."
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