"El ritmo es lo que hace a la poesía persuasiva y no informativa"
José Hierro
El sábado, después de tener remordimientos por la mañana, vaguear por la tarde y ver palmar a mi atleti como siempre, me fui al terranova a tomar una cervecita. Se vino Alfredo a ver al Madrid, con lo cual, se quedó sin coger setas. A cambio vio el enésimo pane del madrid al atleti y conoció unos de mis bares favoritos... Buena música y mahou. Me he prohibido el ron hasta el 7 de noviembre. Pero la chervecha se me sube a la cabecha. Y encima me da más resaca que el ron.
Una amiga mía se enrolló con un tronco. Conozco a los dos desde hace mucho y la historia fue graciosa por inesperada. Ella llevaba unos meses el dique seco y él todo lo contrario.
La habilidad para ligarse a una tía siempre ha sido una intriga para los que no ligábamos y una técnica imbuida e instintiva para los que ligábamos (es que he tenido épocas de todo, no os creáis. Todos tenemos temporadas de vacas flacas. Y en todo se persvera si se quiere. El que esté libre de pecado que tire el primer 'tyson')
El caso es que cuando iba al cole, incluso a BUP, la forma de "empezar" era un infantil e ingenuo "¿Quieres salir conmigo?", "¿Te vienes conmigo al cine?" o incluso un atrevido "te invito a cenar" La invitación era unas tapas por el barrio o un italiano perruno de los que ya ni piso.
Lo máximo que sacaba era unos besos en los hexágonos, llamadas, muchas sonrisas y poco más. Ese poco más en realidad era la emoción de estar empanado pensando en la próxima cita.
Ahora la situación es distinta. Se ha llegado al punto de ¿"Tú, quieres f."? Desde este sábado, incluso más allá: "¿Tú, qué tal f.?" Pongo 'f.' por prudencia contable. Porque no quiero ponerme dos rombos a mi mismo. Y porque, igual que para ligar, prefiero insinuar y dar lugar a la imaginación, antes que ser explícito y por tanto previsible. Es como lo de cerrar los ojos al besar.
Cuando le preguntas a una tía que qué tal f. y no eres su ginecólogo ni nada similar, es que no tienes ninguna curiosidad ni ninguna intuición. Sin curiosidad ni intuición no se puede vivir en mi mundo.
Es como preguntar en la entrevista "Cuánto voy a cobrar" antes de saber de qué va el puesto. O intentar que te expliquen a qué sabe el 'tikka masala'. O querer que te digan qué se siente después de escuchar "La flauta mágica" antes de haberla oído.
Si lo preguntas ¿qué pasa? Que a lo mejor usas la "flauta" pero a lo mejor se suspende el "concierto". Y aunque la uses, nunca entrarán los violines como debe ser.
Marcar el ritmo te hace persuasivo. Todo lo demás se queda en estadísticas. Que ahora mismo no me interesan.
Un abrazo para todos los que nunca preguntan con otra cosa que no sean los ojos
Cacheche
PS: en vez de música, para estos lunes grises de otoño, viene una poesía. De Don José del Hierro. El 21 de diciembre hace 6 años que se murió, pero sigue vivo como los grandes poetas. Porque los viejos rockeros nunca mueren.
RAZONES
No vives ya de sinrazones.
¿Tan sola estabas, alma mía?
El alba nueva no traía,
para acunarte, sus canciones.
Llega la luz de otras regiones
sin la hermosura que solía.
Mala alegría es la alegría
que nos abrasa los corazones.
¿Dentro de ti la buscas? ¿Llevas
dentro de ti su llama? ¿Elevas
de tu noche su mediodía?
¿Has de matar todas las cosas?
¿Cortar, para olerlas, las rosas?
¿Tan sola estabas, alma mía?
PS: Extra para las chicas tímidas... Atrévete. Cambia (la f. es casualidad. Lo juro ;-)
http://www.youtube.com/watch?v=kNeTeudeygQ
lunes, octubre 20, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario