La pringá
fin de semana en Pozoblanco, famoso por ser la plaza del cartel maldito de paquirri, el soro y el yiyo.
Por lo visto se desangró porque no había quirófano ni nada similar en la plaza. Ahora ya hay. Hay cosas que antes pasaban y significaban la muerte, pero que hoy ya no ocurren ¿Tarde? Seguro. Pero por lo menos seguimos progresando.
Igual que progresa mi sangre en la admisión de nuevas y variadas fórmulas de grasa. Vaya tela.
Este finde, además de desparramar, he podido probar lo que los pozoblanquiños (cómo se dice?) llaman "la pringá". Sin duda, un manjar.
Cuando era pequeño siempre le quitaba la grasa al jamón y a la carne. Desde hace unos años, me la como. Y así me va. Un día me voy a medir el colesterol y se va a romper la aguja.
El viernes salida pasando por la inigualable villa de Puertollano. Ciudad ideal para el foro de las ciudades feas sin complejos. Eso si, con un queso muy serio y un periódico local en toda regla: El puertollano news... Ahora no sé cómo aguantaré sin saber que los melones se retrasan y hacen más larga la temporada de sandía...
Merinas, caballos, jamones y gente con ganas de juerga.
Por la noche, encuentro con la "pringá" y no me refiero a la chica que se casa, sino a una tira de bacon crudo sobre pan que da una alegría al paladar y un disgusto al corazón. El corazón lo tengo ya a prueba de bombas. El paladar siempre agradece.
El sábado excursión por Córdoba.
Decir algo nuevo de La Mezquita es misión imposible. Simplemente que cuando estoy dentro me sobrecojo. Sobrecoger. Bonito verbo. No quiero ni pensar como se lo tomarán en Mexico.
Pasear por Córdoba un sábado de finales de julio a las cuatro de la tarde es para echarle huevos. Pero encima hacerlo porque no encuentras donde has aparcado el coche, ya tiene otro nombre.
Los camareros dicen que estabamos fresquitos, que lo normal es llegar a los 50 grados. Muchas gracias.
Por la noche, bodorrio. Probablemente, la cena más larga de mi vida. Entre plato y plato aparte de apuestas, chascarrillos y digestiones varias, venía la tuna para recordarnos que 'Spain is different'. Una tuna con una edad media de 64,7 años. De la misma quinta los tíos que los primeros monjes gregorianos.
El domingo vuelta a los madriles. Sin atasco. En una parada me tomo un bocata de calamares y me pongo a hablar con dos polacos que se han ido con una yamaha 1300 hasta Ceuta y que vuelven a su tierra pasando por Andorra y por la provenza. Olé con los polacos.
Ultima semana antes de las vacas. No me lo creo, pero ya se acaba el curso.
un abrazo
Cacheche
Ps: señor trepador
http://www.youtube.com/watch?v=_VKGlY-vlhQ&feature=related
lunes, julio 28, 2008
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2 comentarios:
Aisss, qué momentazo pozoblanquero...
Definitivamente la pringá te dejó marcado!!
Graciela on holidays sin ganas de hacer el maldito trabajo del master ¬¬
Sí, señor... la cena más larga de la historia!!!!. Para colmo, el autobús nos deja tirados...
Ese tono irónico creo que no hace justicia a las excelencias de Puertollano, ciudad milenaria, cuna de intelectuales y... Mejor lo dejo, hay misiones tan imposibles, que ni Tom Cruise.
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