jueves, julio 29, 2010
Cacheche en La ciudad de los muchachos
Una de las cosas que debo hacer aparte de usar el metro durante 8 meses y pagar 600 eurazos, son 22 días de trabajos para la comunidad. Esta mañana he ido al Centro de Reinserción Social 'Victoria Kent' a que me dijeran qué tenía que hacer. Para animarme, pienso que es la ciudad de los muchachos versión española. Chufliluz y Sol me llevan allí (podría ir yo solito en metro o en taxi pero en estos momentos, agradezco mucho tener al lado a mi hada madrina y al consorte. Me dan seguridad).
Es un recinto vallado, con unos muros lo suficientemente altos como para que no se salten fácilmente pero no tan altos como para que parezca un presidio. La entrada verde, metálica, tiene un pomo alargado y gastado por manos de otros convictos como yo. Al lado un telefonillo. He llamado pensando qué iba a decir: "hola soy yo, el chuflas", "hola, he conducido y he bebido", "hola, vengo a rehabilitarme", "hola, pido perdón, pero no me pongan con los presos comunes, por favor", "hola, si me pegan, no me dejen marcas, que mi madre sufre"... "Hola soy Edu, feliz Navidad", "Avon llama a su puerta"...
Al entrar he preguntado dónde tenía que ir. Me han mandado a un sitio y, en mi línea, me he pasado la puerta correcta. Lo hago conduciendo, lo hago en la vida... ¿cómo no lo voy a hacer en mi primer día de rehabilitación?
Me meto en un pasillo con varias puertas y otros tantos tíos sentados en sillas de plástico, alineadas junto a la pared. Ninguno tiene pinta de ser un angelito. Hay uno que me mira como diciendo "qué c. haces aquí tú" Yo intento poner cara digna de delincuente peligroso como el que más. Pero no cuela. Llega otro y me pregunta que yo por qué estoy ahí. Le digo que por 'conducir bajo los efectos del alcohol' (sic) (¿no podía haber dicho algo más en plan "me pilló la bofia con tres copas"?). Me dice que los que están ahí son por violencia de género.
Ninguno tiene pinta de pegar a su mujer. Supongo que nadie tiene pinta de hacer nada hasta que lo hace. Yo incluido.
[¿Qué pinta tiene un tío que pega a su mujer? El típico bigotito, chulito, impecable, que se cree el centro del mundo y que siempre acaba las discusiones porque habla más alto que los demás o se pone gallito. Estos parecen piezas pero no pegones. En fin]
Salgo de ahí y me meto por la puerta correcta. Mi papel aún no ha llegado del Juzgado. Y "puede tardar". Pues guay. Primero te meten el miedo en el cuerpo. Te dicen -por escrito- que si no vas en cinco días eres más o menos "El Lute" (y te imaginas a una manifestación de fuerzas del estado esperándote en cada rincón de la ciudad) y cuando despiertas, el papel no estaba allí.
Todo eficiente le digo: "Yo he traído una copia buena ¿no les vale ésta?". La chica pone cara de "menos mal que no vas al trullo porque te iban a dar p'al pelo por pardillo, macho". "No. Te firmo un justificante de que has venido y ya te mandaremos una carta". Toma ya. Y añade: "Te puedes ir de vacaciones tranquilamente". Qué salada.
Sí, me voy a ir en bici, con la conciencia más sucia que un cenicero usado y con 600 pavos menos (a estas alturas ya hablo macarra, claro). Algete está monísimo en verano, no te digo.
Supongo que eso me pasa por ir vestido de 'mayor'. A la próxima voy con unos pantalones de pitillo, la camiseta de eskorbuto y sin duchar. A ver si me dice otra vez lo de las vacaciones. O me dice que por favor no mate a ninguna viejecita en estos meses ¿Apuestas?
[La culpa es mia y sólo mia por conducir cuando no debo. Lo sé. Lo sé. Lo sigo sabiendo. Lo sabré siempre. Al menos en esta vida. El que lea ésto POR FAVOR que lo aplique antes de coger el coche/moto/patinete con copas. Nunca pasa nada hasta que pasa. Un taxi como mucho son 30 euros (si eres chino y el taxista un capullo). Mucho mejor volver a la hora que abre el metro o el tram. Hay un buen rollo a esas horas que parece que el tiempo está en suspensión.
Sólo cuando te pica el sol como el domingo por la mañana en Alicante, piensas... joer creo que se me ha hecho un poco tarde...
Podría decir que no hay que beber, pero cada uno que haga lo que quiera. Prohiben el tabaco, los toros, al fútbol le quedan dos telediarios y a la carne roja cuatro más ¿el alcohol? Es mucho peor que el tabaco y en cuanto llegue un ministro de sanidad gilipollas nos los prohiben fijo (y para ese supuesto tampoco queda tanto... Bibiana y Pepiño ya están aquí... who's next?). Así que arriba el ron, la cerveza, el vino, el champán y el limoncello. Y los gin-tonics, mientras podamos]
He salido de 'Victoria Kent' (hmmmm nunca pensé que escribiría una frase así en el blog :) pensando que ya me avisarán. Y que me toque lo que me toque, lo haré como todo: con resignación pero sin perder la sonrisa. "Me han matado a un hijo ¡pero lo que me he reído...!".
Una amiga me dijo el martes que me daba mucho glamour tener que hacer servicios para la comunidad ¿Alguien necesita ese glamour? Se lo regalo.
Pero bueno, me viene bien bajar a tierra. A veces pienso que sólo aprendo así. Y a ver si es verdad.
La reinserción empieza en el momento en el que te das cuenta de que has hecho una tontería y comprendes que podrías haberte cargado lo que más quieres. La ciudad de los muchachos, es la guinda para que no te olvides. Y suerte que puedo ir de paso. Lo contrario de "paso de ir". Si hay que ir se va. Y ay si voy...
Un abrazo
Cacheche convicto
PS: thanks for the music. Música que se llama Puff, me viene genial.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario