miércoles, marzo 26, 2008

Escribir… ¿un arte o un vicio?

...una terapia para la vida

“Yo no me maté cuando las cosas me fueron mal.
No me dediqué ni a las drogas ni a la enseñanza.
Intenté dormir,
pero cuando vi que no podía dormir
aprendí a escribir,
aprendí a escribir
cosas que pudieran ser leídas
en noches como ésta
por gente como yo”.

Leonard Cohen, La energía de los esclavos.

Yo no era ni un cigoto cuando Leonard Cohen escribió esto, pero lo descubrí anoche y me encantó.

Los intelectuales además de pensar escriben. Hay intelectuales que no escriben pero son como Victoriano. Llevan su sabiduría a cuestas con humildad.

A aquellos a los que les gusta escribir, les gusta escribir sobre si mismos y sobre su oficio. Y con la cantidad de intelectuales que hay y lo fácil que resulta escribir, es obvio decir -pero no por ello dejaré de hacerlo- que hay más escrito sobre el arte de escribir que sobre la historia del mundo.

Enrique Vila-Matas cita en un artículo a Charles Simic: “la imaginación no es un alejamiento de la realidad, sino la llave idónea para acceder al mapa de estrellas de nuestras paredes interiores”.

Stephen Hawking ha escrito un libro de ficción a medias con su hija. Lo cuenta Alicia Rivera en Babelia en una entrevista a ambos. La entrevista está muy bien aunque tiene un tono de “que guay es mi papi y qué bien divulga”. Pues claro hija.

No sé qué estrellas habrá en las paredes interiores de la familia Hawking. Aunque en el caso del padre está claro que agujeros negros no hay. En las paredes interiores de la hija paso de pensar.

De lo que me da la sensación es que el padre ha escrito la parte más científica y la trama de la historia la ha escrito la hija. Alicia le pregunta que si tiene algo de Harry Potter y me imagino el careto que se le queda a la pobre. Es como si a Rosa Díez la preguntan si tiene algo de Hillary Clinton. Pero es lógica.

Hoy en día todo el mundo puede escribir y creo que es un ejercicio muy sano que ayuda a desconectar del día, a recrear y a oxigenar el cerebro. Una gimnasia compartida cuando alguien lo lee.

El diario de Anna Frank la ayudó a evadirse de alguna manera de la realidad nazi. Ahora está de moda porque hacen un musical en Madrid. Alguien se ha quejado de que no es para hacer un musical que es muy triste y que a ella no le gustaría. Lo que importa es la difusión al precio que sea. O el negocio.

Por eso la hija se asocia con su padre para darle fama al libro. Probablemente a ella misma nunca la veríamos en las páginas de Babelia antes de los 50. Eso es una buena asociación de marcas que capta la atención y no la de calgon y los principales fabricantes de lavadoras.

En cualquier caso, Stephen Hawking me parece admirable. A los 21 años se le diagnosticó una enfermedad muy grave y poco conocida: “Vivirás poco”. Menos mal que nos queda Portugal y que hay gente que se lo cree y se lo curra. Nos entierra a todos.

Claro que no todos somos Stephen Hawking. Ni falta que hace. Lo que hace falta es su espíritu. Y eso sí se puede aprender. Leyendo. Escribiendo. Queriendo vivir.


Un abrazo
Cacheche


PS: música para descubrir. Pelín pasteloide pero interesante. Letras convencionales para el desamor. Para los que no se desenamoran. Cuando deben ¿Deben?


http://www.youtube.com/watch?v=s6Kl43skMK8

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