"La mayoría de veces el éxito depende de saber cuánto se ha de tardar en lograrlo"
Montesquieu
No entiendo muy bien el significado del número 3. Entiendo muy bien el uno. Entiendo muy bien el dos. Pero el tres se me escapa.
No sé si eso significa que se me grabó lo de “dos son compañía, tres son multitud”. O si estoy capacitado para vivir con alguien pero no para aumentar la prole. O si sencillamente sólo tengo dos neuronas. O que un partido de fútbol tiene dos mitades.
La divina Trinidad, los tres mosqueteros, las tres hijas de Elena, los tres días del cóndor y los tres ojos del marqués que dejó este mundo de abrojos, por fin, se me escapan.
Una vez escuché una regla sobre el éxito en el trabajo. Decía que había que tener dos de las siguientes tres cosas: talento, suerte y apellido. En ausencia de una de las tres las otras dos hacen el trabajo. O sea, dos de tres.
Esa regla, con el paso de los años se va extendiendo en mi vida y me hace reflexionar. Cuáles son las tres cosas que conforman o sostienen cualquier acto, proyecto o situación, las que convierten en éxito un empeño, siempre que se responda bien a dos de esas tres cuestiones.
Parece que para tener una vida sana hay que comer bien, hacer ejercicio y tener una buena constitución física. Dos de tres.
Creo que para conquistar a una mujer hay que ser simpático, ser guapo y ser atrevido. Dos de tres. Un amigo mío -experto en cuellos- diría que, siguiendo esa regla, para conquistar a un hombre hay que tener un buen culo, unas buenas tetas y unos ojos bonitos. Dos de tres.
Según dónde se ponga el interés en la persona, si es corto plazo o a medio/largo, los indicadores variarán. Prefiero pensar que estoy más por la ‘trilogía’ de tener un buen cuerpo, una personalidad sexy y sentido común.
Para mi, tener unas buenas vacaciones se componen de leer mucho, hacer deporte hasta cansarme y disfrutar con los amigos (Algo muy distinto a viajar. Viajar no es igual a vacaciones).
Para estar a gusto en el curre necesito un buen jefe, un trabajo que me llene y un sueldo que me deje dinero para vivir.
En general, me parece tan malo no tener dos de tres como no saber disfrutar con sólo dos de tres.
Aún me faltan muchas cosas por destilar en sus tres componentes. Cada cinco años más o menos descubro alguna nueva.
Para hacer un blog hace falta tener algo que contar, talento y voluntad de escribir. El día que me flaqueen las ideas o las ganas, tendré que dedicarme a otra cosa. Al talento no se le espera. Pero si algún día llega, cambiaré de jefe... ;-)
Un abrazo, otro abrazo, otro abrazo.
Dos de tres.
Cacheche
PS: hoy estoy bailongo. Echo de menos a un amigo al que esta canción me recuerda siempre, a unas vacaciones en Tenerife... Hoy le mando un mail. Hala!
http://www.youtube.com/watch?v=adLSAu7SxG4
martes, septiembre 23, 2008
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