lunes, septiembre 22, 2008

Maleado

¿Quieres ser Papa? Mete esa idea en tu cabeza
Proverbio polaco
(Alguien se lo debió de decir a Juan Pablo II cuando era un chaval... :-)

El otro día, una persona que me consta (y me demuestra) que le importo me dijo que estaba "maleado de la vida".

Es así. La vida es para mi algo conocido. No me lo dijo en mal plan. Todo lo contrario.

No sé si estoy de vuelta, pero siento el paso de los años con más ligereza.

Los amores, los amigos, la familia, el curre y lo que venga, me parece más fácil de llevar. Es como si tuviera una corteza. La vida parece que se ha hecho más compleja, pero a la vez más llevadera.

Los problemas antes me agobiaban más. O me afligía demasiado.

Ahora miro los planes con mucho cuidado. Sé que al final, si quieres de verdad, se cumplen.

Soy un caprichoso materialista para algunas cosas y un espiritual zen para otras.

¿Tengo lo que quiero y lo que me merezco? Creo que si.

A partir de los 25 años tienes la imagen que quieres representar. A partir de los 35, eres y haces lo que quieres con tu vida. Y te empieza a llegar lo sembrado

Limpiando correos en el pc me he encontrado con un mail sobre un pescador al que un empresario le incita a comprar un barco mayor y hacerse millonario para luego... poder hacer lo que ya estaba haciendo ahora: pescar un poco, disfrutar de la familia, de los amigos y descansar.

Y me he acordado de una pregunta retórica: cuánto esfuerzo pones en ganar dinero y cuánto pones en ser feliz cada día.

Salir a una hora decente y dedicarte a tus aficiones y a tu gente, puede no llevarte a la cima profesional rápidamente, pero seguro que te lleva a la cima personal, inmediatamente.

Escribir, leer, aprender portugués, practicar algo de deporte, hacer y retocar fotos y echarte unas risas compartiendo algo de comida y bebida. Los mimos, el sexo, comer chocolate y palomitas mientras ves una peli de vídeo, conducir la moto...

Supongo que estar maleado es un poco eso. Sabes lo que no te gusta. Lo evitas. Sabes lo que quieres. Lo buscas.

Nunca he creído en las fórmulas para la felicidad. Si en las actitudes para "estar bien". Saber subir y saber caer, tener días malos, saborear los matices, sin dramatizar.

Todo lo demás se convierte en superfluo. Y ya estás en paz con el mundo. Maleado, pero en paz.


Un abrazo
Cacheche


PS: El sábado un Madrid SanEs con Santa Sol que da mucho juego.

http://www.youtube.com/watch?v=uBLGlb-MOGg




1 comentario:

Anónimo dijo...

que razon tienes,
fdo: un geranio