miércoles, septiembre 17, 2008

Querida sobrina: la vida es así

"¡¡¡Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!"
anónimo nacido en el 2005

Hoy es un día importante. Esta mañana he acompañado a mi sobrina al cole.

El 30 de noviembre cumple 3 años y ya tiene que empezar a ir al cole.

La tía es la caña de España. El primer día no lloró nada. Tenía cole de 12 a 1. El segundo día tampoco lloró. Llegó a un pacto con su cuidadora. "Yo te prometo que no lloro, pero tú me prometes que me vienes a buscar". El tercer día ha sido imposible.

Hemos llegado a la zona de los niños de 3 años y estaban todos llorando. Lloraba incluso alguna madre.

El primer día después de tener a tu mami a tus pies durante 3 años, de pasarte 3 años comiendo, durmiendo, siendo la cosa más preciada en todas las casas... te encuentras con el cole... y es duro.

De repente un buen día te dejan ahí tirado. Con una profe con cara de acelga, con una sonrisa estúpida que no entiendes de qué coño se ríe. Y tu cuidadora, tu madre, tu tío o tu abuela, se van y tú te tienes que quedar con una pandilla de desconocidos que no solamente no has tenido el gusto de conocer jugando, sino que encima están llorando como magdalenas.

En mitad de la vorágine de llantos, algunos niños se van calmando, parece que lo están superando, pero de pronto, una simple mirada al compañero que rompe a llorar y en décimas de segundo se les vuelve a venir el mundo encima. El ruido de llantos y lamentos es para verlo. Hasta el mismísimo Vito Corleone se pondría tierno.

La profesora le pide a una madre que se vaya ya que si no su hija se va a secar el lacrimal. La madre se va (directa al psicólogo o al confesionario). Y la niña, en un descuido, se pira detrás de ella.

La profe, que se ve que tiene muchos recursos, le alcanza en el pasillo y la devuelve a la clase.
Mi sobri para entonces ha decidido que mete a la cuidadora en clase. Una uruguaya que la cuida fenomenal y que la enseña a decir "sentate acá" en vez de "siéntate aquí" y a la cual adora. La pregunto que si quiere hacerse una foto y me dice entre mocos "nooooooooooo". Claro, a nadie le gusta que le hagan fotos en la trena.

Porque así es como se sienten ellos los primeros 3 minutos.

Lo bueno es que, en cuanto se van las madres y los niños empiezan a cansarse de llorar, se sobreponen y como son muy listos entienden que de ahí no se sale y empiezan a pasárselo bien. Luego llegan a casa y cuentan las cosas del cole tan felices. Al día siguiente el ciclo se repite. Así hasta que terminan la carrera y se ponen a currar.

Entonces los llantos no se oyen pero son inconsolables...

El próximo mes repito, a ver cómo va la cosa.

Un abrazo especial para todas las madres y niños que empiezan estos días la dura, auténtica y necesaria vida del inicio escolar.

Cacheche


PS: el abrazo a las madres es totalmente inocente, no vayáis a pensar ¿eh?


http://www.youtube.com/watch?v=1HD3Sqlcm3o

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