"La suerte es lo que ocurre cuando la preparación y la oportunidad se encuentran"
Séneca
Esta mañana nada más levantarme he ido a la cocinca como un niño va a ver sus reyes el día 6. El bizcocho estaba ahí.
He partido un trozo y mientras me lo llevaba a la boca presumía que el sabor del aceite de oliva (intenso) me iba a machacar mi primer bizcocho de la nueva era. En tal caso habría tenido que empezar otra nueva era de los bizcochos.
Pero me habría sentido de nuevo un torpe zoquete malgastalevadura.
sin embargo, no ha sido así. Aunque no he apreciado en ABSOLUTO en sabor de las zanahorias y mucho menos del calabacín, el caso es que la operación ha sido un éxito.
Había acordado con una compañera del curre (que debe de ser familia de la Bella Easo) que si traía un bollo hoy, ella haría uno de los suyos el viernes que viene.
Mi fuerza de voluntad y mi apetito de gourmet goloso contra la vergüenza de hacer un pastel lamentable y mis rudos conocimientos de repostería.
He llevado el pastel a la ofi y ha sido un éxito de crítica y público. Esto ha hecho que el viernes saliera redondo. He hecho una presentación importante y ha ido muy bien.
Es curioso como hay días que parece que se tuercen y no das una y otros que parece que te han sacado de un anuncio de colacao. Eso es o ciclotimia o esquizofrencia y derivados o que soy un tío normal. O ninguna de las dos cosas.
Hay que hacer la prueba: llevas una comida rica al trabajo y te sientes mejor. Así empezó Mac Donalds y mira ahora.
Voy a empezar el blog de cocina con la receta de ayer que me la pasó un compañero que la vio en la tele. Es dulce, fácil y está buenísima. Como una que yo conozco ;-)
Lo importante es que cocinar, salga bien o mal, merece la pena. La suerte que tengo de que no sólo puedo cocinar, sino que puedo contarlo.
A veces me pregunto cuánte gente tiene el trabajo para el que vale. Y me incluyo.
Si no fuera un currante de marketing, sería futbolista. Si no fuera eso, entonces catador de ron. Y si no valiera para eso ni para astronauta, ni anticuario ni no sé qué otras cosas que se me olvidan... no me importaría nada ser cocinero.
Un abrazo
Cacheche
Ps:soy un oportunista. Cocino un día algo comestible y me siento Bocusse
PS: desde hoy incluyo una lista de posibles nombres para el blog de recetas. Vale votar, proponer, ignorar e incluso insultar, siempre que sea desde el cariño :-)
viernes, enero 30, 2009
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