"Quiero algo que me por lo menos me chamusque un poco"
Soledad Villamil, Laura, en "El mismo amor la misma lluvia"
"Para los tiempos que vienen, no soy yo el maestro que debéis elegir, porque de mí sólo aprenderéis lo que tal vez os convenga ignorar toda la vida: a desconfiar de vosotros mismos"
Antonio Machado
Hoy es el primer día que vengo en metro a currar. Me he despertado a las siete y veinte. He jugado con el despertador a ver si era capaz de dormitar un poco más sin quedarme roque.
Anoche fui con Alice y el Lumis a jugar al billar hasta tarde. Fue una tarde agradable. Vi El mismo amor la misma lluvia. Me gustó pero no me llenó. Pasable. Aunque para ser argentina... hmmm es como esos alumnos a los que los profes les ponen un 'bien' en vez de un 'notable' porque ellos pueden dar más. El cine argentino me mola y le pido más que a otros.
Me gustó la reflexión sobre la importancia de la confianza. La diferencia entre el amor de la calma o el amor del fuego. La vida real o el príncipe azul. Perder la paciencia o perder la cabeza. El coche familiar o el descapotable. Esa mirada de eterno adolescente incapaz de comprometerse y 'catedrático del miedo'. Oui, c'est moi.
La escena que más me gusta es cuando ella le dice:
- Quiero pedirte algo. ¿Puedo contar con vos?
- Si, decime lo que quieras
- No no, es eso, que si puedo contar con vos
- Vos no me falles y yo no te voy a fallar nunca
Eso es. Así de fácil. La mejor declaración de amor es la más sencilla. Confianza. No existen los 'te quieros'... Están fuera de contexto.
En un curso sobre automotivación que hice hace unos años, nos ponían de espaldas con un compañero que nos tenía que recoger. Te dejabas caer y confiabas en que la otra persona te sujetaría.
Yo me dejo caer casi sin esperar a saber quién me recogerá. Antes muerto que desconfiado (y así me las doy a veces, claro. Ejemplo ver ps2). Sin embargo, cuando me gusta una mujer, hay un momento, sin saber muy bien por qué (lo juro, no he aprendido nada), cuando ella se lanza hacia atrás que soy yo el que no está. Me quedo mirando al tendido o mirándome el ombligo. Y la gravedad sigue su curso. PLAF. 'Ay' ella. Y 'ay' yo.
Mala conciencia, travesía del desierto, cabo de Hornos... blablabla ¿Hasta cuándo? Ya he aprendido a desconfiar de mi mismo.
(Ojazos, creo que te querré bien cuando sienta en mis vísceras que nunca te fallaré. Vete a por 'eau de chamusquine' y ya te reconoceré, digo)
un abrazo
Cacheche
PS: Cosas buenas de venir en Metro. He venido leyendo a Anna Gavalda: una novela casi relato sobre cuatro hermanos que se llama 'La sal de la tierra'. El título original sería "una buena escapada" o en terminología FC el volantazo
PS2: Ejemplo de confianza en el curre: cuando te vas con la tranquilidad de que lo que delegas se hará. Cacheche, no te fíes tanto, mamón.
PS3: La experiencia de sonreir a la gente es graciosa. A una señora que le dije "hola" en una terraza se le puso una mezcla de sorpresa y buen rollo. La camarera del Moe está un poco quemada. O no desayuna all-bran :)
martes, agosto 10, 2010
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