martes, agosto 29, 2006

un anciano

un anciano me mira tranquilo. Ya han pasado los años. Su piel se ha arrugado y ha perdido muchas de sus facultades físicas.

Está sentado y tranquilo. Su mirada refleja una calma sabia. En vez de esperar a la muerte, espera a la vida.

Así quiero estar. asi estoy.

Yo soy, yo puedo. Ese era el lema de una camiseta que me dieron una vez en un curso de liderazgo y de gestión de equipos.

Hoy estoy zen. Quiero comprender todo lo que respira mi cuerpo ahora porque quiero saber estar así.

Probablemente es porque no he hecho las cosas a toda prisa. Porque he hecho la comida con calma. He ido a hacer la compra... Gulas con chorizo, cinta de lomo sazonada con orégano, mango, helado... Porque he estado preparado.

El otro día escuché a una actriz decir que control es tranquilidad. Era en un anuncio. Se lo han escrito fijo. La muy descerebrada no creo que sea capaz de pensar algo tan profundo ella sola.

Debido a mi personalidad distraída (es una forma de decir que soy gililpollas, pero con cariño) siempre hago las cosas en el último momento. Eso me da lo que algunos entusiastas de las prisas llaman "estrés positivo". Pero yo me siento mejor cuando planifico un poco y ejecuto. Eso me da tranquilidad y no tiene por qué quitarme espontaneidad.

Por ejemplo, esto que escribo ahora no lo había planificado. Son pensamientos que pasan por aquí y los vuelco al teclado. Para que tenga sentido. Pero sin pensarlo demasiado. O sí, pensándolo, pero no con mucha anticipación.

Planificado no quiere decir que no sea fluido. Planificado es tranquilo.

Me acuerdo del anciano y me tranquilizo.

Sosiego. Aguarda. O como dijeron los ST "Ante todo mucha calma". Ya estamos de vuelta de las vacaciones.

un abrazo,

Cacheche