viernes, agosto 01, 2008

Volando voy

Hoy tengo que darle la enhorabuena a la operación asfalto.

Me cuesta salir de la cama. Es un hecho.

Duermo en una cama de un genio ilustre que en un momento de su vida decidió ponerle ruedas a todo... es una cama alta, Eso me da una visión muy interesante de la vida. Algo se me pega.

Mi cuarto está decorado de una forma muy minimalista. Una cama de matrimonio, dos mesillas, una foto del palomar de San Esteban que me regaló una maña muy maja, una foto mía (¡mi egocentrismo que no decaiga!) en Soria y una foto de mi 'baby de acero' (la moto, penúltimo símbolo de la crisis de los 40).

Preside la cama un crucifijo que me trajo Belush de Costa Rica. No se ve un Cristo sufriendo ni triste sino que está dibujada la iglesia como me gusta entenderla. Es de madera y está dibujado con imágenes de una comunidad con unos valores y unas creencias con un fin concreto en la tierra. Trabajadora, alegre y social. Tal vez he oído mucho la misa campesina. Un poco tópico, pero así es.

La habitación está pintada en un color azul que es tan pálido que no llega ni a ser gay. Es la primera vez que decido yo solito los colores de mi casa y me solté la melena. El azul relaja el azul relaja..

Y tanto que relaja. Que duermo como una bestia parda y cuando llega la hora de amanecer y marchar a la ducha, entre el genio y lo azul, no hay quien me saque

Pero este verano es diferente.

Por fin, la operación asfalto ha llegado a mi barrio. Están remodelandolas aceras de mi calle y pican y pican y vuelven a picar desde las ocho de la mañana. Los albañiles son encantadores porque se les ve de buen humor. Hacen chascarrillos mientras usan la maquinaria como quien se lava los dientes. Cuando callan las máquinas, ellos vocean. Es un deleite.

Eso hace que mi remoloneo sea limitado. Que no pueda apurar al máximo para saltar a la ducha y pasarme el día acelerado.

Pero la verdad... me queda un amanecer en casa. Un amanecer en Madrid.

El resto serán a la ribera del duero o a orillas del atlántico. Y ahí lo único que pica es el sol. Y los peces si salgo a pescar (y esos pican lo justo).

Esta noche mojitos y mañana rumbo al infinito y más allá. Este año caen vacaciones santillana. Cuadernillos rubio y a mejorar la caligrafía. Unas ceras manley y a colorear las noches de verano.

Adiós a los ascensores, a los atascos, a las prisas. Adios a la corbata, a mi pc, a la máquina de vending.

Adios a los picadores. La operación asfalto ha ganado el primer asalto. El combate se ha terminado. Han ganado a los puntos. Yo me piro de vacaciones para superarlo.


Un abrazo
Cacheche