jueves, junio 26, 2008

El ancla

[El repartidor de cuentos]
"El ancla"

- Alfonso, tenemos que hablar.
- Mamá, cuando te pones con ese tono de voz me asustas. ¿Te pasa algo?
- ¿Dónde vas cuando sales por la noche?
- ¿Qué?
- No te hagas el tonto... Te oigo salir. El domingo a las 2 y anoche a las 3 y pico.
- A tomar el aire
- ¿A tomar el aire? ¿Te crees que soy idiota? Dime si estás en algún lío o estás tomando drogas

Inevitablemente, Alfonso puso una mueca sin disimular una pequeña sonrisa interna. Las madres son así. A veces te preguntas si alguna vez han sido hijas. Si se han parado a pensar cómo son sus hijos...

Probablemente son temores de la mezcla de genes con el cafre de Papá que tuvo una juventud gamberra. Aun le reprochaba haberse tatuado un ancla durante su mili. El ancla, probablemente sería ese ancla la que hacía que su madre no viese claramente cómo era Alfonso.

- Mamá. No he tomado drogas en mi vida. ¿Crees que me voy a poner a tomar drogas con 42 años? No es normal ¿no?
- Tampoco es normal que vivas con tus padres. Y lo haces. Y que salgas a tomar el aire a horas de locos.
- Mamá: La noche no está mal. El barrio no es peligroso. Me duele que me eches en cara que vivo con vosotros cuando cada vez que te digo que me mudo me montas un pollo. Decídete.
- Te pasas el día encerrado en tu cuarto escribiendo y luego desapareces. Estoy preocupada ¿No lo entiendes?
- Pues no te preocupes -dijo Alfonso mientras besaba la frente de su madre-. Estamos en verano, hace mucho calor y me gusta pasear. De día es imposible. Esta ciudad es un horno. Y de noche es otra cosa ¿No lo entiendes?

Alfonso se quedó pensando en qué era él para su madre. Qué extraña relación en que la madre de uno no le deja partir. Probablemente el problema lo tendría él. Sus amigos estaban casados, divorciados, arrejuntados, uno incluso había salido del armario -para desgracia inicial de su padre-. Alfonso tenía la sensación de que era como aquellos vaqueros de las películas que cuando había que ir a luchar se quedaban cuidando de las mujeres y los niños.

Una mezcla de impotencia e inutilidad de quien se sabe capaz pero no hace nada. Sólo se le venía a la cabeza una palabra: "Cobarde".

¿Se puede heredar un tatuaje? ¿Tendría anclado en su ánimo el impulso motriz a salir del nido? ¿Por qué?

Cogió una magdalena, hizo un gesto para relajar a su madre y se encerró en su cuarto. Abrió su portatil y se puso a escribir.

(continuará)

jueves, junio 19, 2008

El repartidor de cuentos

Se levantó temprano. Era uno de esos días que necesitaba hacer más trabajo del habitual. En todas las empresas hay dos grupos de personas: los que colaboran y los que no. En la empresa de Juan, había muchos que no colaboraban y él era uno de los que colaboraba.

Le tocaba remar a menudo para conseguir que el departamento siguiera... Normalmente entraba a las ocho y se iba a casa pasadas las siete. Después de un pequeño descanso para calentar la tartera con algún guiso de la noche anterior que se comía pensando en la hora de salir. De volver a casa con su perro y con sus libros. Sus únicos compañeros.

No había tenido suerte con las chicas. Nunca conoció a la que le hiciera salir de su timidez crónica. Hijo único de unos padres mayores, no había muchas referencias en la gran ciudad con quien pasar el rato. Tenía un viejo amigo de la infancia que se había quedado en aquel pueblo de Toledo en el colmado de sus padres.

Sus días pasaban entre el trabajo y los libros. Por la mañana y por la tarde era un administrativo ejemplar, por la noche se entregaba a descubrir cuentos hindúes, árabes, sudamericanos...

Mientras se acercaba a su citroen saxo azul, pensaba en el duro día que le esperaba. No porque le pesase en el ánimo, sino por organizar qué haría primero, cuánto tiempo le llevaría cada tarea y cómo debería estar todo al irse.

Cruzó el paso de cebra, sacando las llaves del bolsillo y vio que en el limpiaparabrisas estaba la habitual publicidad: gimnasio y telechino.

El gimnasio le parecía algo cansino donde exhibirse. Un día se acercó hasta la puerta y la simple idea de verse rodeado de gente sudando le causó rubor.

El telechino era aún peor. Sin saber nada más allá de los rollitos de primavera y el cerdo agridulce, toda esa comida le parecía pura grasa insustancial que le salía más cara que las lentejas y los asados que su madré le había enseñado a hacer.

Su eficiencia natural para los trabajos repetitivos y la costumbre habían mecanizado el acto de levantar suavemente el limpiaparabrisas con la mano derecha y coger la publicidad con la izquierda. Depués de mirar a ambos lados, lo siguiente que hacía era depositarla en otro coche para hacer doble impacto. Era su pequeño momento de rebeldía. Eso era todo lo que tenía de antisistema.

Aquella mañana, cuando llevaba la publicidad del telechino y del gimnasio en la mano, descubrió dos papeles nuevos: uno de expertos en plagas de cucarachas. "Que se lo manden al ayuntamiento", se dijo entre dientes. Y otro extraño verde. Un sobre con un número escrito a mano: 23.

Antes de nada, con los papeles en la mano, abrió el sobre. Encontró un pequeño cuento. Muy breve. Evocador. La sorpresa por el hallazgo y la calidad del cuento le animaron especialmente.

Se metió en su coche y se fue a trabajar con una sonrisa.

(continuará)

martes, junio 17, 2008

Guacamole

"Tu tenias mucha razon
No te hice caso
Hoy he de reconocer, delante un vaso.
Y me pesa la cabeza
Qué pesar
Te juro que necesito
Regresar"

Airbag, la peli

Me gusta Mexico. Las rancheras, la cultura y la comida mexicana. Sólo he ido una vez a Mexico pero tuve la sensación de estar en casa. Me gusta el picante, el tequila y los lobos, pero el guacamole me sienta mal. Es el aguacate. Debe de ser por el sufijo 'cate' que me sienta mal desde hace mucho tiempo, y mira que me cayeron unos cuantos. Sobre todo de mates.

Hoy he comido en un mexicano. Y estoy fino. Me acabo de enchufar un almax. Hacia más de un año que no me dolía la tripa.

El dolor de tripa es un dolor muy llevadero. Es un poco incómodo, pero te permite quejarte y poner cara de tío profundo. En el trabajo queda guay porque pareces un tío serio y preocupado. Es como si tuvieras diez años más de experiencia (y de amargura).

Lo ves todo con ojos de "esto no va".

Ha venido mi jefe a preguntarme una cosa y le he dicho: "podemos hacerlo, pero la verdad es que eso tampoco nos va a llevar a ningún lado".

OLE chavalote. Eso si que es auténtico 'cenizo reposado'.

Cuando tengo la tripa bien soy mucho más entusiasta, veo las posibilidades más allá de la propia acción: lo que lo van a agradecer los clientes que lo usen, la imagen de la empresa, los resultados que puede generar y lo que podemos aprender haciéndolo entre otras cosas.

Pero hoy, gracias al aguacate he dicho: ¡STOP!

Dios mio ¿seré yo? ¿estoy madurando o es que me han abducido los ácidos estomacales?

Soy un masoca. Me encantan las cosas que me sientan mal: los huevos crudos, la cebolla, la ensalada de pepino, el aguacate y tomarme 7 havanas 7 bailando salsa.

Es una forma de la vida de decirme que no hay beneficio sin sacrificio o -mejor dicho- como decía mi tía Ana María sobre la bonanza: "...ya lo pagaremos".

El almax está haciendo su curre. Ya me veo mejor. Me siento más positivo y vuelvo a ser un ingenuo optimisma. Cuando quiera que me asciendan me hago un abono del mexicano. En un mes tengo una úlcera a la altura de mi ego.

Mientras tanto, sigo currando como siempre, que me sienta mejor.

Un abrazo
Cacheche

PS: Una joya del cine español. Aprende Almodóvar.

http://es.youtube.com/watch?v=rV2mzR0Td6s&feature=related

lunes, junio 16, 2008

Siempre te amaré

"La vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza"
Proverbio Hindú

Hoy hace 8 años que me casé.

Me casé con una tía de puta madre que me quería un montón. El único defecto de la relación era que más que mi mujer era mi mejor amiga. Era casi como una hermana.

La peor etapa de mi vida fue sin duda la separación. Hace ya más de 3 años. No me reconocía a mi mismo. Hice cosas que me han pesado mucho tiempo. Y puede que aún me pesen, no lo sé. Puedo con ellas.

Hace un mes y pico coincidí con ella en una boda en Francia y vi que los dos hábíamos recuperado nuestras vidas y la sonrisa.

No creo que volvamos a ser amigos, pero si podemos hablar y vernos de vez en cuando.

Los buenos amigos son los que nunca se olvidan. A la gente que has querido mucho nunca la dejas de querer.

La duración y la profundidad del amor hacen marcas en 'tu árbol'.

Cuando un amor corto pero intenso se termina, es como darle un hachazo al árbol. Pero ni el mejor leñador del mundo es capaz de partir un árbol de un hachazo. Duele mucho, eso si. Sin embargo, se pasa y la marca se supera con nuevas capas de corteza.

Cuando la duración es muy larga, como es este caso, esa marca es para siempre y te hace ser quien eres.

Me considero un tío afortunado por haber compartido esos años con ella. Y más afortunado aún de haber sido capaces de darnos cuenta de que nuestras vidas están mejor así.

Hoy voy a estar sólo conmigo mismo. No estoy triste. Me siento un poco más mayor. Una persona con más experiencia que antes. Nada más.

Sé que nunca la olvidaré. De alguna manera siempre la querré. No me impide querer. No me impide seguir teniendo ilusión por reconocer y disfrutar del 'amor para vivir'. Sin necesidad de obviarla. Y eso más que preocuparme me reconforta.

Sigo teniendo más esperanzas que recuerdos.

Un abrazo
Cacheche

PS: Para los que no sean fans de Pablo Milanés o no conozcan esta canción, merece la pena escucharla... La escuché ayer en el coche, mientras volvía de un finde maravilloso en Valencia.

http://www.youtube.com/watch?v=cXOuquLuZ6s

viernes, junio 13, 2008

Funky to the bone

"Quien conozca los vientos, quien de la lejanía
haga una voz donde guardar memoria,
quien conozca la piel de su desnudo
como conoce el rastro de su nombre,
y no le tenga miedo, y le acompañe
más allá del invierno encerrado en sus sílabas,
quien todo lo decida sin la noche,
de golpe, como un beso,
que suba entre la niebla por el puente,
que le roce los dedos a su propio vacío,
que salga al mar, que pierda
el temor de alejarse".

Invitación al regreso
Luis García Montero

"Mi alias es 'funky to the bone'"
un amigo



Cuando descubres que un amigo tuyo es un pirado del funky, las cosas cambian.

Te das cuenta de que aunque no eres el tío más abierto del mundo, por lo menos, si has conseguido salir un poco de la casillita que te ponen al llegar a la tierra.

Tenemos la mala costumbre de facilitarnos la vida a base de ir siempre con nuestros semejantes.

Yo siempre recibo críticas de mis amigos porque dicen que soy hiperclásico. Llevo vistiendo igual desde hace 20 años. Anoche me dijeron que algún día volverían los calcetines de rombos...

Entre tanto como homenaje a mis amigos más frikis, que se preocupan de darme consejos modernillos, me voy a agenciar unos calcetos de rayas. O, como estamos en tiempo de crisis, casi mejor me los pinto.

De momento, me piro a la playita. No es muy funky, lo sé. Voy a ver si me tuesto un poco. Que ya que la operación bikini se ha suspendido por exceso de pruebas, por lo menos que sea un conguito. Rellenito, pero conguito.

Salgo al mar como dice el Señor García Montero. Pierdo el temor a alejarme (si es que alguna vez lo he tenido)

Feliz finde

Un abrazo
Cacheche


PS: Funky funky me mola lo funky...

http://www.youtube.com/watch?v=bvPF7o-QOvU

miércoles, junio 11, 2008

Que cada día cuente

"El amor es algo que me confunde y me encanta. No lo entiendo y trato de explicarlo. Mis canciones hablan de todo lo que rodea a las relaciones entre un hombre y una mujer. Con cada canción, con cada álbum, trato de resolverlo, pero no hago sino abrir más puertas e interrogantes"

Neil Diamond
(entrevista en Metro. Autor de Sweet Caroline, una de "las" canciones de mi vida.)

Hay una sensación maravillosa en la vida. Yo la llamo en "no-me-lo-creo". Confusión y placer juntos.

No me pasa muy a menudo, pero cuando me pasa lo disfruto muchísimo.

Acabar la carrera, aprobar el examen de conducir, que te de el primer beso esa chica que te vuelve loco, subir en ese avión que te lleva a una aventura que llevabas tiempo esperando...

Durante unos minutos, unas horas y si tienes suerte varios días, estás como que no te lo crees. Si eres capaz de mantener ese sentimiento toda la vida, tu vida es una maravilla.

A veces tengo una vida que no me la creo. Es la sonrisa eterna. La sonrisa de la suerte... Alegría. Te da la sensación de que incluso huele diferente, mejor.

Otras veces, claro está, esta sonrisa se da la vuelta y el sentimiento es justo el contrario ¿Cómo me puede pasar ésto a mi? Te preocupas, te hundes, crees que esta vez sí que es gorda y que te va a costar salir. Lloras. Sientes una mezcla de rabia, impotencia y, lo peor, ausencia total de esperanza.

Si te pasa eso con cierta frecuencia, se dice que eres un ciclotímico. Si te pasa muy a menudo y de manera muy intensa, creo que es esquizofrenia. Si no te pasa nunca, se dice que eres una especie de tío equilibrado insufrible y gris. Y si no se si se dice, por lo menos, se piensa.

De vez en cuando me preocupo de ser una persona equilibrada, pero hay días en los que me doy homenajes de sonrisas. Hoy es uno de ellos.

No tiene que ver el partido de España de ayer (bien), ni tampoco la colleja que me llevé el lunes de parte de mi jefe (mal). No tiene que ver con que ganase Obama (muy bien) ni con que la subida de la gasolina lleve a la gente a la deseperación (triste)...

Es una señal. Si soy capaz de hacer ciertas cosas si me doy cuenta de que domino mi vida... Si soy capaz de ver la vida desde un nuevo punto de vista, entonces pienso que puedo. Y ese "poder" me hace pensar que yo hago que cada día cuente. Ni un día de transición.

El equilibrio es un valor pero no el camino.
El día que yo sea gris que me metan en una caja de madera. De momento, a ver si me entero de dónde toca Neil Diamond y no me lo pierdo ¿Quién se apunta?


Un abrazo
Cacheche

PS: 11 de junio de 2008... alegría

http://www.youtube.com/watch?v=jhWQLV-S3js&feature=related

lunes, junio 09, 2008

"Y no estoy borracha"

"Work hard. Play harder"
Mensaje en una camiseta

Cuando alguien acaba una exposición con un "y no estoy borracha" eso es que ha dicho algo sincero. Y puede ser cariñoso o duro o lo que sea, pero es en serio

En este caso, para mi suerte, es que una prima mía ha leído el blog y le ha gustado.

Cuando empecé a escribir, no creí que fuese a escribir algunas cosas ínitimas que he escrito. Ni tampoco que me iba a gustar tanto.

¿Exhibicionismo o terapia?

Sea lo que sea, el resultado ahora es llevo una luz encima que me hace pensar en cómo describiría las cosas, según me van pasando. Contándomelas a mi mismo. Un ojo en el cielo que me enseña cómo soy visto desde arriba.

Me va cambiando la perspectiva. Me va diciendo que he sido un idiota cuando he sido un idiota (como los buenos amigos). Que tengo que aprender a hacer unas cosas u otras. Me estimula a conocerme un poco. Aunque no tanto como para pensar que me conozco. El gran desconocido para mi soy yo mismo. Y eso que llevo más de dos años escribiendo el blog.

Este fin de semana he estado en Bilbao con compañeros del curre. Viaje sin novias ni mujeres. Pero sin pretensiones más allá de comer, beber y reirse, que me parece un plan de vida estupendo para un finde.

Bueno, vale, conocer un poco la fauna autóctona, pero por puro interés lúdico/científico.

Ha sido, mayormente, un fin de semana muy gastronómico:
El viernes según salimos paramos en Boceguillas y empezamos con un cordero. Un plato que no se lo salta un gitano. El mundo ovino y yo unidos para siempre. O bueno, para un tubo digestivo, por lo menos. Después, ya en Bilbao, los pinchos y sus txakolís correspondientes. Resumen del día: diecinuevemil calorías y pico, así a lo burro.

El sábado un desayuno con pincho y zumo de tomate reponedor, más pinchos por Mundaka (antaño una de las mejores olas izquierdas del mundo para hacer surf). Por la noche más pinchos y... tan ta chán... con Vds, en directo desde el mismo Bilbao: el chuletón. 4 dedos de alto un una extensión como la isla de Inglaterra. Ole tus huevos chaval. Resumen del día: treintatresmil calorías y media.

El domingo, desayuno, sandwich en la carretera y en casa un revuelto de gulas con garbanzos. No sea que me baje el colesterol de repente... Resumen del día: nueve mil trecientas veintisiete calorías y un nesquik con galletas fuera de concurso.

Si me hacen un examen médico ahora, se les rompe la aguja al pincharme. No es que tenga grasa en el cuerpo, es que debe de haber un reguerillo de sangre que trata de llegar a todas partes entre la grasa, los pinchos, los vinos y demás.

Hay una cosa de Bilbao que me no hace ninguna gracia y es el nacionalismo. Para unos es una moda a la que sacar partido y para otros una forma de ganarse la vida. de todo... Si tienes 15 y eres un poco descerebrado y violento, lo más es hacerse de jarrai. Ya cuando se hacen mayores prefieren estudiar y trabajar. Aunque algunos no dan para más. En el resto de España les da por pegarse a secas cada viernes después del botellón.

En el día a día no se nota. Al menos esta vez no lo he notado mucho. En la sidrería donde cenamos el sábado estaban cenando unos chicos de una coral. De cada 3 canciones que cantaban, 2,7 eran en castellano, 0,2 eran en un euskera y 0,1 no eran en nada porque acabaron tan regados de sidra que no se les entendía mucho ¿De qué estamos hablando?
En los bares, la música que se escucha es el pop español. En los restaurantes, en la calle, en los periódicos, el idioma es el castellano.

El otro problema vasco, el conflicto vasco latente en las noches es el tema 'ligar'. Los jóvenes nativos salen a tomar 'katxis' separados entre chicos ("cuadrilla") y chicas ("pandi").

Las cuadrillas se convierten en máquinas de beber y las pandi en máquinas de rechazar. Cuando alguien de la cuadrilla se acerca a la pandi va tan mal que sus probabilidades de éxito son nulas. Eso hace que la siguente intentona vaya a más en alcohol en sangre y menos en posibilidades.

¿Qué pasa? Que vienen unos tíos de la meseta con entrenamiento en los mejores rincones de la ribera y... se enteran de que ha habido casos en que un tío ha llegado a pisar a una chica para entrarla. Claro, el primero que entra sin pisarla y vo-ca-li-zan-do...

Reencontrarse con el quinito, con Luisín que está hecho un patxi, con las calles donde en su día pasé unos carnavales inolvidables, con las playas... Merece la pena.

Gasolina: 60 euros
La comida: 100 euros
Estar en la puerta de un bar de ambiente y decir "no será un bar de maricas ¿no?" delante del portero y que luego te deje pasar: No tiene precio.

Otra semana dura de Powerpoint en la ofi. Sobreviviré. Ya verás. Y no estoy borracho.

un abrazo
Cacheche

PS: Mis drogas: la música y los mcdonalds. Necesito escuchar Pereza o me va a dar algo. Solete, déjame tu cd... Prometí estar un mes y un día sin pisar un macdonalds. El día 16 se cumple la condena. Seguro que le echan algo como al tabaco. Me queda una semana y miraré a ver ¡qué le ponen!

http://www.youtube.com/watch?v=0JpZH6lszn0&feature=related

lunes, junio 02, 2008

Ahí va el Ebro




"Por culpa de un hombre llegó la caída y gracias a otro hombre se alcanzó la salvación"
Romanos 5, 12-17

El pan de los ángeles. Galería de los Uffizi. Ahora en Madrid.

Fin de semana sociocultural.

Llueve en Madrid. Graniza en Madrid. Sale el Sol. Estudia Sol.

Peter en Bruselas, Neckman en Lisboa. La family en Soria.

He vendido mi moto. En tiempo récord. Me encuentro en el período entremotos y es raro. Dar la última vuelta con mi moto me pone reflexivo. Qué tiempos.

Creo que el día que decidí comprarme la moto empezó el cambio.

Fue una de las primeras cosas que hice que me ayudaron a "salir del carril". Toda la vida, cuando estábamos a punto de conseguir una moto, el hijo de algún amigo de mis padres se daba un porrazo y adiós a nuestras aspiraciones.

Cuando tuve una edad, decidí pasar completamente de todo y me compré una moto. He tenido alguna caída, nada grave. Y muchos momentos de felicidad. No felicidad material por pensar qué moto más chula. Si no por decir: Soy yo el que está yendo en esta moto. I am what I am.

La moto cambió el yo-organizo-mi-vida-y-soy-el-único-responsable.

Ahora cada vez que me subo en la moto me acuerdo de mis padres y a modo de San Cristóbal 'virtual' pido que no me pase nada. En vez de "Papá no corras", pienso en esas llamadas horribles diciendo "es usted familiar de..." y conduzco con especial cuidado.

Las visitas culturales del finde han sido Bodies y Expo Caixa. El ver cuerpos de humanos disecados más que impresionarme, me recordó a las clases de séptimo de EGB, pero sin las risitas sobre el sistema reproductor.

A mi me lo explicó una profesora que se llamaba Aurora. Nos daba Ciencias Naturales y me encantaba (ella, la asignatura no tanto). En mitad de curso se quedó embarazada y yo creo que fue de una conjunción de pensamientos de sus alumnos varones.

Expo Caixa me pareció un edificio muy bonito y una exposición 'mini' pero muy bien elegida. Los cuadros de los Uffizi son impresionantes y las ilustraciones de Mucha están muy bien. Tienen 'mucha' gracia. El calambour queda mal dicho, pero escrito es aún peor...

Lo más divertido fue probar los autobuses. Si vas en moto a diario y te subes en un autobús es como vivir en un piso 20 y tener el ascensor estropeado. Te da tiempo a todo. Te cansas y maldices por no tener el ascensor en condiciones.

Mientras tanto un mayo lluvioso como nunca. La naturaleza se ríe de los políticos y de los trasvases. El Gobierno catalán paga una pasta para traer agua y según da la orden de pago de 53 millones de euros se pone a llover, hasta hoy.

El Ebro está que se sale. Como no deje de llover, La Expo del agua va a ser tipo Waterworld. Sólo que en vez de Kevin Costner está Belloch, que es un pelín más feo, la verdad.

Necesito que alguien me explique por qué no tenemos más pantanos y por qué no tratamos el agua como algo del Estado. Como las autovías, las elecciones y la liga de fútbol.

También que me explique el gusanillo que tengo con que empiece el verano. Que den las diez de la noche y sea de día. Las subidas a la bodega, vivir en chanclas, preocuparme de ponerme factor 20 o 50 y el delicioso estrés debido a la agitada vida social de los findes.

Las duchas de agua fría. Las terrazas y la siesta tras un gazpacho, una paella y un buen trozo de sandía. La tripa llena. Un limoncello ¿Un café? No gracias. Quiero soñar.

Un abrazo

Cacheche

PS: para pensar en el verano, de lo mejor que he oído...

http://www.youtube.com/watch?v=KAEVyO94wtw