No hablo de un orgasmo sino de mis últimos meses de vida.
El nuevo estilo de vida, ver crecer a las mellizas, los cambios en el trabajo y la terapia me han hecho tener la sensación de que mi vida ha cogido profundidad y que va a toda velocidad.
Mi preocupación es disfrutar del viaje. No ensimismarme pensando en el futuro. No comer ansias.
Esta noche me siento trascendente.
Puede que sea porque esta mañana he amanecido pensando en la suerte que tengo y en lo feliz que soy. En lo feliz que soy capaz de ser. Porque también sé hacerme sufrir.
Ahora mismo, hace un rato, mientras leía un poema he pensado en escribir, como el cuarenton que juega una pachanga en su nuevo barrio. Esa nostalgia.
Es injusto conmigo dejar de escribir. Necesito expansión creativa.
Mis próximos proyectos son aprender y comprender el mundo de la producción audiovisual y escribir cuentos para mis niñas. El primero me apasiona desde siempre y pienso que algún día me dará de comer. Lo de los cuentos lo hago por ellas. Y por mi, porque quiero que ellas puedan sentirse únicas con un padre que les escribe cuentos.
Aunque este blog se toma las promesas como un veneno, traeré aquí ideas y pensamientos para ambos proyectos.
Mientras tanto,
Un abrazo
Cacheche
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1 comentario:
Te escribo Cacheche con el pudoroso sentimiento de que nunca me leerás. Creo que tus mellizas no sólo llenan tu vida, sino que la rebosan. Y me alegro porque te siento feliz. Hoy es San Juan y mucha gente tira a la hoguera lo que ya no vale. El pasado es necesario, de él se aprende y a través de él quizás estés donde estás. Selecciona lo que te sea válido y "quema" lo viejo e innecesario, sobre todo lo tóxico. Para cambiar. Para crecer. Para avanzar. Disfruta del camino y no anheles todavía la meta...
Pero quién soy yo para darte consejos, si ni siquiera te conozco. Bueno, alguien que tampoco te conoce me dijo de ti a la orilla del mar "es un puto crack". Y no puedo definirte mejor.
Haz que tus tres preciosidades se sientan únicas y muy afortunadas por estar a tu lado.
Y acepta este sincero abrazo, Pablo, digo Cacheche, de un casi desconocido.
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