"Imagina"
John Lennon
Mi curso de inteligencia emocional ha tenido su día 2. Mejor que el día 1. Sin duda, no hay nada como la comunicación para que las cosas mejoren.
Dijimos que debía dar ejemplos actuales, ejemplos más prácticos y menos naif. Por ejemplo, hablar de la inteligencia emocional de Nadal.
Al día siguiente, habló de Nadal. Qué crack.
Cuando alguien da clases de algo, tiene que ser un profesional de eso. En las ciencias aplicadas, por lo menos. Por eso mismo creo que los curas no pueden dar lecciones sobre el matrimonio.
Una de las cosas que me recordaron en el curso es la progresión que permite ser consciente de las cosas y tener una actitud correcta.
Al principio, cuando eres un chuflas, pero no te das cuenta, eres inconscientemente incompetente. Si ningún amigo, ni familiar, ni la vida, ni nadie te lo dice, te quedas así siempre.
Pero cuando te das por aludido. Te pasas al modo Conscientemente incompetente. Es un paso. A mucha gente le da la depre. Se pone negativa. Se vuelve ceniza. Y así.
Pero hay otra que pone los medios para cambiarlo. Se pone a hacerlo con esfuerzo y perseverancia (y con mucha disciplina y poca abulia), consigue ser conscientemente competente. De verdad.
Al cabo de un tiempo, esa acción o esa actitud, se convierte en rutina. Entonces pasa a ser inconscientemente competente. Se cierra el ciclo y se va uno de rones a celebrarlo.
Yo soy inconscientemente incompetente en muchas cosas que, por razones obvias, no puedo citar.
Conscientemente incompetente con los números, con madrugar, con el hábito de leer, con el orden y casi todo lo que tiene que ver con mi lado izquierdo del cerebro (el soso).
Conscientemente competente soy para ser creativo, para hacer sonreir a quien quiero bien, para animar a la gente a hacer las cosas y para escribir mis emociones.
Y soy inconscientemente competente en otras cosas que, lógicamente ignoro, pero que supongo que son vivir la vida, aprovechar el momento, cambiar las marchas de mi moto o hacer unas ensaladas y unos mojitos acojonantes.
II > CI > CC > IC
Lo que más me ha gustado del curso es el conocer el poder de la palabra IMAGINAR.
La semana pasada escribí un mail a mi directora pidiendo permiso para realizar un cambio en un producto. Escribí deliberadamente la palabra "Imagina" que bla bla bla. Y me dijo que si.
Ese fue mi subidón (laboral) de la semana.
Un abrazo
Cacheche
PS: La palabra "imagina" es una varita mágica. Voy a procurar no usarla tontamente, no sea que se me estropee ¿Te imaginas que me dura siempre? ;-)
El año que se compuso esta canción, un niño muy guapo vino al mundo (y también llegué yo!!!)
jueves, junio 04, 2009
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