"Tus ojos pueden engañarte, no confíes en ellos"
Obi-Wan
¿Nací en el Mediterráneo? Desde que ha empezado el buen tiempo he ido tres findes a Valencia y uno a Ibiza. El que viene me voy a Alicante a desparramarme un poquito. Tengo San Esteban muy abandonado. Igual que este blog que es como mi terapia.
Creer que no lo necesito es tan malo como pensar que sin él no sé estar.
Anoche me metí en la cama y no me podía dormir. No estaba mal. Pero tampoco estaba bien. Me dio por pensar que estaba sólo. De repente tuve la visión de estar sólo.
Llevo durmiendo sólo mucho tiempo y hacía mucho que no tenía esa sensación.
Para mi no es mala. De hecho, es una sensación que me gusta. Me da sentido de la realidad. Me pone en mi sitio. Me recuerda que aunque tengamos novias, mujeres, familia, amigos, mascotas y todos ellos sean guays... nuestro estado básico es cuando apagas la luz y estás sólo en tu cama.
Anoche sentí esa ráfaga de aire frío de un día de verano. Es el frío que te recuerda que hay invierno. Que te sugiere sutilmente que dejes de quejarte del calor.
Entonces, se me metió una idea en la cabeza: ¿Soy capaz de ver más allá de mis ojos?
Estas últimas semanas, aparte de ir mucho al Mediterráneo, he ido a varios cursos, he salido a cenar, a terrazas, me he reído mucho, no he parado de estar con gente... Y he abandonado el hábito de escribir. Creo que también el de pararme a pensar sobre mi vida.
Podría decir que la vida va deprisa y tengo mucha animación. Y eso podría ser la envidia de algunos que se sienten sólos o con menos vida social. Pero abramos los ojos. "Aguarda hijo", como decía mi tía Ana María y era todo un sentir vital. Aguarda Cacheche. Veo que vas muy rápido. Pon un poco de calma ¿no?
La calma es lo que hace que mires tu vida. Ahora mismo me siento como un marino experimentado en un día de tormenta. La tormenta es la la cantidad de decisiones, acciones y sensaciones que me rodean. No me quejo. No me siento abrumado. Tengo la sensación de que saco todo el jugo a la vida. Ay, pero también a veces se me olvida que la tormenta demuestra cómo eres, pero que la calma te lo dice al oído. Y que ambas son tan necesarias como los éxitos y los fracasos.
Tuve un profe en segundo de BUP que después de catearme puso en las notas "Piensa más". Supongo que no sabe cómo me marcó esa frase. Desde entonces, intento pararme y pensar.
Pensar en lo que soy, no tanto en lo que veo. Veo una vida muy llena, pero eso es lo que me dicen mis ojos. Hay que escuchar también lo que te susurra la calma. Y en eso estoy.
Un abrazo
Cacheche
PS: we are sailing, strormy waters, to be near you, to be free
martes, julio 14, 2009
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