lunes, enero 18, 2010

Aprender a quererme

"El que ama, se hace humilde. Aquellos que aman, por decirlo de alguna manera, renuncian a una parte de su narcisismo"
Sigmund Freud

"La caridad bien entendida empieza por uno mismo"
Refrán español

¿Quién va primero? ¿Los otros o yo?

Jesucristo lo resuelve con un magnífico empate: "Ama tanto al prójimo como a tí mismo"

Al prójimo, lo amo mucho (¿o no?). Sobre todo porque soy de esos que lo necesita. Lo que no sé es si está la cosa igualada.

Para quererme de verdad, lo que tengo que hacer primero es conocerme un poco mejor. Hace ya más de dos años, una gran noche de chuflería con el Husmias, en Luz de Gas, me regalaron un CD y una de las canciones que tenían era ésta.

Aprender a quererme

"Nunca tuve aquellos sueños
de largo y blanco
caminando hacia el altar
pero sí me preguntaba
cómo eras y dónde estarías

Y hoy te sientas a mi lado
Te miro y ni te reconozco
Ni se dónde estás
Lo que dices
me ha empujado
hacia el abismo
que hay entre los dos

Tú gritas fuerte:
Lánzate y te cogeré
Pero cuando me lanzo
ya no me ves

Por eso tengo que
aprender a quererme
para cuando me digas
ya no te quiero

Lloraré cuando esté sola
buscando explicaciones
a lo que ocurrió
Nadaré durante horas
en mis lagos de autocompasión

Sacaré a la superficie
primero la cabeza
y después el corazón
y sabré que puedo
huir de todo
pero tengo que ser yo

(La puerta de los sueños)

Creo que ya he cruzado a nado algún que otro 'charquito' de autocompasión. También he escalado las montañas de la culpa (alguna cordillera, varios ocho miles). Y he cruzado los desiertos de la soledad -y sigo en ello-. Pero siempre con algún atajo tramposo. Y así no es posible huir de las arenas movedizas en las que estoy metido. Así no seré yo.

Que me digan que ya no me quieren me la puede llegar a importar menos. Al principio me toca la moral (y el orgullo). Al cabo de un tiempo -con perdón- me la rasca. De hecho, siempre llego al punto de "esta tía es gilipollas. No sabe lo que se pierde".

No obstante, estoy en contra de pensar que el tiempo lo arregla todo. Es lo que hacemos con el tiempo lo que cambia las cosas.

Hace más de tres semanas que no me levanto abrazado a la almohada. Y he empezado con el deporte. El sábado, 21 km de bici. Instalé yo solito el cuentakilómetros con lo cual lo mismo hice 2,1 km. Pero estuve más de una hora pedaleando.

Un autor francés que le chifla a mi hermano, Houellebecq entre otras muchas cosas es un flipado del cuidado cuerpo. Y, tacita a tacita, por el camino, me estoy volviendo nihilista o gilipollas, cuando no las dos cosas (¿o es lo mismo?)

Veo mi vida como un videojuego y quiero pasar de pantalla antes de recoger todos los tesoros. Mal. Tengo seis vidas menos que un gato y las entendederas de un ratón.

Ayer me dijeron que no se puede jugar con el amor (sic). Y la semana pasada un compi me dijo que él se tiró un año sin novia y eso le aclaró la mente ¿Seré capaz? ¿Es necesario?

¿Seré yo, Señor, seré yo?

Love is the answer. Muy bien. Y si lo es ¿Cuál es la pregunta?

Si puntúo mi estado vital de 0 a 10 creo que estoy en el 6,5. Estoy bien, pero como decía algún profe, yo debería sacar más.

Menos la-la-la y más sacar ...primero la cabeza y luego el corazón. No es Aristóteles. Pero me vale por ahora.

Un abrazo
Cacheche

PS: la música de hoy está dedicada a los que no llegamos al siete en nuestra autoapreciación vital... Una música que ayuda a superarse. A esforzarse. A tener la fe que mueve el mundo. Te imaginas que tu vida es una playa... y que vas corriendo en gallumbos y camiseta... Todo va a cámara lenta... pero lo sabes. Lo notas... el esfuerzo de hoy llegará a dar sus frutos. Si... De momento disfruta de la playa. Ya llegaremos al estadio. No pienses en las medallas. Piensa en el esfuerzo, Cacheche...



(¡Toy fatal de lo mio! :-)

1 comentario:

codeto dijo...

Para quererse bien hay que entenderse... Y tú vas por el buen camino. Te lo digo yo.
Ya sabes Cacheche que soy doña sentencias.
;-))