"Me creí tan especial. Qué ingenua mi torpeza"
Ximena Meriñana
Ayer una buena amiga me regaló una botella de Oporto. Y para celebrarlo me bebí con ella una botella de Tarsus. Me partí de risa con las tonterías que se me pasan por la cabeza. Sin llegar a ser gilipollas ni descerebrado perdido, me gusta mezclar mi intuición con mi imaginación y reirme de mi mismo. Si lo hago con alguien a quien quiero y que me conoce y me demuestra reciprocidad... es perfecto.
Por la tarde me confirmaron que tengo el ligamento cruzado anterior roto. El día anterior se me pinchó una rueda de la moto y al atleti le metió 3 el Oporto en el Calderón.
Me tengo que operar. De la rodilla. Lo de la cabeza de bala perdida no tiene solución. Eso parece.
Sol me dice que compre lotería.
Un compañero me manda una cita por sms:
"Todo el mundo debería tener al menos un gran fracaso antes de cumplir los 40".
El señor que lo ha dicho se llama Al Neuhart, que es el fundador de USA Today (www.usatoday.com) Casualmente es el único periódico no español que suelo leer en Internet. Es como estar por allí. Fresco, fácil y concreto.
Me pregunto por qué ha dicho los 40 y no los 30. Pero bueno, digamos que yo el mio lo tuve a los treinta y tantos. Y luego cada vez que fracaso con alguien, me encargo de convertirlo en un gran fracaso. Aunque me engaño, lo maquillo con mis amigos y parece que no ha pasado nada.
Soy así. Y tiene pinta de que me cuesta cambiar. Pero no tiro la toalla... Sigo viendo las dificultades como oportunidades... Y así hasta que me muera.
Anoche juja. Hoy juja. El viernes juja. Si viviera en casa de mis padres, mi madre me diría eso tan bonito de "¿Te crees que esta casa es una pensión? no te puedes tomar la vida a beneficio de inventario, Hijo reflexiona..." y así. Pero no hay nadie que me lo diga.
Me lo tengo que decir yo mismo.
Y por eso, me lo digo: "Cacheche... estabiliza hijo, que estás muy disperso"
De verdad que quiero una tarde tranquilita. Por mi hígado, por mi vida, por mi economía, por mi pareja de neuronas que ya no son neuronas, son rambitas. Una tarde debajo de una mantita con un libro. O ir a montar en bici.
Este año a los reyes les voy a pedir ser un tío especial. El viernes conocí a la novia de un compañero y amigo. Y hablando de él, que es un tío de coña, me dijo una cosa que me encantó: "Cuando le conocí me pareció un tío completamente distinto a los demás"
Dicho eso de una persona con cabeza, sonó un retintín de "la mayoría de los tíos son un poco mediocres", pero sin acritud. Sin mal rollo. Me pareció una definición genial.
Me agotan las tías que piensan que todos los tíos somos unos capullos. Aunque lo seamos. Somos un poco basurillas. Pero es por salir a por el bisonte cuando éramos pequeños.
¿Seguiré siendo un ingenuo? ¿Y un poco mediocre? Lo importante es preguntárselo. Al menos de momento.
La ingenuidad, que no me la quiten.
Hombre precavido vale por dos. Y se hunde el puente.
un abrazo
Cacheche
PS: canción descubierta por Paco S. Muchas gracias. Aunque no leerás esto. Gracias.
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1 comentario:
La ingenuidad, que no te la quiten.
La genuinuidad, menos aún.
Lo ideal, ser un ingenuino.
;-)
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