"La belleza del rostro es frágil, es una flor pasajera, pero la belleza del alma es firme y segura."
Molière
Una de las cosas que me gustaron del libro de “La catedral del Mar” fue relacionar el cariño y los pliegues. Cariño con o sin pliegues. Póngame "sin" por favor.
Querer o tener cariño sin pliegues es muy difícil. Puede que ni siquiera a mi mismo me quiero sin pliegues.
Nunca me canso de decir que la caridad bien entendida empieza por uno mismo. Y lo aplico muy a menudo.
No obstante, creo que eso tampoco es fácil.
Tiene mucho que ver con tener el alma bonita que dice Molière. Y eso tiene que mucho de equilibrio. Si me paso de bueno, me decepciono y acabo lamentando de lo tonto que soy. Si, por el contrario me pongo a organizar mi vida y mis afectos como si fuera un plan estratégico, me siento menos natural. Me siento menos yo.
Tener belleza en el alma, es un buen grial al que recurrir. Si cada vez que hago algo pienso en el efecto que eso tiene sobre mi alma ¿adónde llegaré?
A una reencarnación alucinante en mi próxima vida. ¿Me tocará ser el perro de un tío como yo? ¿Comida y bebida gratis, vacilar al dueño, fútbol, baños en el río y por la noche escapadita al pueblo a mover la cinturita con alguna perraza?
¿Los animales no tienen alma? Es el premio por haber sido un alma bella en otra vida. Cuando haces una vida de alma bella eres un buen animal de compañía. Sólo te preocupas de dar felicidad a tus amos. A las tres vidas así te toca ser una estrella de mar. Y cuando has sido estrella de mar varias veces te haces delantero centro del atleti.
Entonces das de verdad cariño sin pliegues. Y tu belleza es eterna.
Empezar con un tema serio y acabar poniendo locuras es culpa de Stella. Buenos recuerdos de Bruselas.
Un abrazo
Cacheche
PS: Una de Cat Stevens. Y muchas felicidades a Beatrikizz que hoy es su cumple (y hoy manda ella. Bufff)
cat stevens i love my dog
domingo, agosto 23, 2009
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