martes, agosto 18, 2009

Del Támesis al Duero

"Querido Red, Si estás leyendo esto es porque has salido. Y si has venido tan lejos, tal vez estés dispuesto a ir aún más lejos. Recuerdas el nombre del pueblo ¿no? Me haría bien contar con un buen hombre que me ayude a echar a andar mi proyecto. Estaré a la espera de tu llegada con un tablero de ajedrez preparado. Recuerda Red, la esperanza es algo bueno, tal vez lo mejor que hay y las cosas buenas nunca mueren. Espero que esta carta te encuentre y te encuentre bien. Tu amigo, Andy"
Andy, Cadena perpetua

El domingo fue un día glorioso. Nos levantamos pronto y nos vamos a Hammersmith donde nos espera Pablo para llevarnos a Richmond.

Un parque tipo casa de campo sólo que sin putas. Ala. Animal. Vaya manera de describirlo.

Vale, lo vuelvo a intentar. Richmond es un parque entre el centro de Londres y Heathrow que da la medida de lo que es el buen gusto inglés. Cuando quieren.

¿Mejor así? Tampoco es para tirar cohetes, pero bueno. El caso es que mola ver a un tío llegar con su caballo, abrir la puerta de un garaje y ver una mansión impresionante. Seguro que sus hijos son unos zánganos o su mujer es un pendón. No es de buen gusto tener un domingo tan guay.

Nosotros, jóvenes y simpáticos proletarios alquilamos bicis. Un tándem. Vale. Casi nos la pegamos al salir. Al rato ya manejábamos muy bien.

Ciervos y más ciervos salen a saludarnos a los caminos. Un laguito con cisnes. Jóvenes nativos retozando en su felicidad dominical soleada. A la hora y media, devolvemos las bicis y nos vamos a comer. Que nos lo hems ganado.

¿Mi rodilla? La derecha normal. La izquierda igual pero multiplicada por 1,38.

Comimos con Kate como camarera. Una chica de Dublín con una sonrisa que ya les gustaría a los de Profident. Y después de un sirloin casi vivo, un bloody mary riquísimo con pepino. Y otro. Y otro. A orillas del Thames, con el sol en nuestras benditas caras de incredulidad. Sol en Londres.

Por la tarde a ver el récord de Bolt. Los 100 metros es mi prueba favorita. Lo que yo tardo en hacer, como mínimo, unos 20 segundos, va un tronco y lo hace en menos de la mitad de tiempo. Increíble.

Eso me hace preguntarme qué hago yo más rápido que él. Por favor, no ponerse obscenos. No por el tono del blog, sino porque ofenden. Además, ya sabes ¡es la primera vez que me pasa!

El lunes de compras. Me encuentro con Alice por oxford street. Alice - Alicante 2009. un finde chuflas. Un encanto. Un placer que una chica guapa te pare por el centro de Londres. En serio, que este verano estoy irresistible... (de modestia).

Y el lunes vuelta a los madriles. Duermo en casa. Lo más parecido a la jungla: calor y mosquitos. Uno de ellos. O mejor dicho, una de ellas, me pica donde la espalda pierde su digno nombre ¿Será posible? Tengo que plantearme muy bien cómo duermo ¿Y si en vez de ser un mosquito es otra cosa?

Esta mañana a Sanes. Nada más llegar a hacer la compra y de aperitivos. Lo que viene siendo vida de pueblo.

Lomo de ternera, trigueros y peras. La plancha la deberían bendecir. Uff qué grande.

Esta noche vienen Manolo y Baraja a cenar. Chuletas de cordero y ensalada. A la orilla del Duero, que todo sabe mucho más rico. Y las mosquitas ya me conocen y no me pican en cualquier sitio. Hombre ya.

Voy de río a río y sigo vivo no sé muy bién por qué...

Un abrazo,
Cacheche

PS: Beatriz se ha dormido en el coche. He oído esta canción 3 veces. Ya estoy enfermo ¿no?

Mi madre me dice bandolero...



http://www.youtube.com/watch?v=ZBFi4RQyux4

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